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sábado, 13 de junio de 2009






SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El secretario de Relaciones Exteriores, Carlos Morales Troncoso, advirtió este jueves que los procesos de regularización migratoria no resuelven el problema de la inmigración ilegal porque, a su juicio, no impiden que la situación que ellos corrigen vuelva a repetirse y porque la cantidad de inmigrantes que se beneficia con la legalización de su estatus es siempre irreal.

Sostuvo que en momentos en que República Dominicana ha comenzado a debatir el tema de la regularización, es importante que se estudie con el mayor detenimiento las razones que podrían conducir a su adopción para que respondan esencialmente a los intereses nacionales.

Al pronunciar el discurso de clausura del seminario “Políticas Migratorias y Experiencias en Procesos de Regularización”, que tuvo lugar en el Salón de Convenciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el canciller consideró que las regularizaciones pueden responder a necesidades de peso económico y social para los Estados, pero aseguró que en ellas hay también “muchos espejismos”.

“Las regularizaciones envían a quienes aspiran a inmigrar ilegalmente el mensaje de que pueden apostar a que ellos, con el tiempo y tras una extendida permanencia, también le tumbarán el pulso a la ley”, alertó el Canciller de la República.

Asimismo, afirmó que la cantidad de inmigrantes que se beneficia con un proceso de ese tipo es siempre una cantidad irreal porque, según dijo, tan pronto un inmigrante ilegal recibe el beneficio de la legalización de su estatus, adquiere el derecho a solicitar el mismo estatus para varios de sus familiares, lo que puede triplicar o cuadruplicar en lo inmediato el número realmente beneficiado.

“Esta es una situación que plantea desafíos que no son pequeños, por cuanto pueden significar un aumento no calculado de la demanda en algunos importantes servicios públicos, como los de la salud y la educación”, planteó.

Morales Troncoso consideró prudente que los procesos de regularización migratoria estén acompañados de un reforzamiento de los controles y de la aplicación de la Ley.

“El primer gran desafío que plantea la migración para naciones como la nuestra es el del manejo, la administración de los flujos migratorios, para que sean legales, para que no sobrepasen las necesidades o demandas de mano de obra, para que los aportes laborales de los inmigrantes sean positivos para la economía, para que no se desplace mano de obra local ni se convierta en una carga social”, sostuvo.