
“Pusieron algo en mi cabeza, me bajaron los pantalones y salieron corriendo”, dijo Fei Lin. Eso es lo único que recuerda el hombre de 41 años, según el relato que le hizo a la policía sobre la fatídica noche.
La Policía cree que los agresores fueron hombres celosos, molestos porque Lin tuvo romances con varias mujeres del pueblo. Sin embargo, el afectado niega haber provocado cualquier infidelidad.
Trabajadores locales de la salud y miembros de la policía se encuentran buscando el miembro de Lin, que no aparece por ningún lado. Tampoco han encontrado a los ladrones del órgano reproductivo.
AFP