
Sumergidos en el llanto y la angustia, la familia de la sargento del Ejército Nuris Rodalina Guzmán Sánchez, de 38 años, quien murió por un disparo en la cabeza que le propinó su concubino, pidieron a la Policía Nacional que salve la vida de la pequeña, a la que Peña amenaza con “volarle los sesos”.
“¡Ay!, ese asesino llamó y dijo que venía para la casa, pero que si intentábamos hacerle algo o estaba la Policía mataba a esa niñita indefensa”, contó Nancy Sánchez, tía de la víctima.
Reincidente. Mientras Caridad Adames, cuñada de Nuris, afirmó que hace un año y medio ella se lanzó de una segunda planta porque Peña la amenazó de muerte.
“Él la persiguió por la casa con su arma y ella se tiró por una ventana, fracturándose el tobillo izquierdo. Debido a ese incidente él estuvo preso por tres meses, sin embargo, se reconciliaron y ella quedó embarazada”, dijo.
Adames calificó la relación de los militares como tormentosa e instó a la Policía a apresar a los hombres violentos y no soltarlos ni siquiera porque la víctima retire la denuncia.
Los vecinos de la pareja, que vivía en el callejón C casa 67, aseguran que Peña era un “perro” y con pánico exhortaron ayer a los periodistas a que se fueran para salvar sus vidas si él asesino llegaba.
Guzmán Sánchez, hija del coronel del EN Rolando Guzmán, será sepultada en su natal Elías Piña.