La revolución educativa llevada a cabo por el presidente Danilo Medina es un fenómeno social y económico que está cambiando la vida de miles de personas en el país, consideró hoy el Gobierno. Una nota de la Dirección General de Comunicaciones (Dicom) destacó que el encadenamiento virtuoso y la democratización de la actividad económica provocados por la Revolución Educativa impulsada por el gobierno de Danilo Medina, es la plataforma de sostén de miles de familias.
Agregó que gracias a ello hay pulcritud en los sorteos transparentes entre constructores de todo el país, para la construcción de nuevas aulas, y dotar a los nuevos planteles de cocinas y comedores.
Asimismo, en la contratación de obreros, de más maestros y maestras, la adquisición de mobiliario y finalmente el desayuno, comida y merienda en las escuelas.
Puso de ejemplo el caso de Zeneida Saldaña, una empresaria de clase media, dueña de un pequeño supermercado de Fantino. “Mis hijos están recibiendo un doble pan: el pan de la enseñanza y la alimentación necesaria y balanceada que necesitan. ¿Qué más podemos pedir?”, dice.
Puso de ejemplo el caso de Zeneida Saldaña, una empresaria de clase media, dueña de un pequeño supermercado de Fantino. “Mis hijos están recibiendo un doble pan: el pan de la enseñanza y la alimentación necesaria y balanceada que necesitan. ¿Qué más podemos pedir?”, dice.
El supermercado Saldaña le vende alimentos enlatados, detergentes y utensilios de cocina a escuelas de Fantino que están en la Tanda Extendida.
Dueñas y dueños de pequeños negocios, como Zeneida, están contentos y agradecidos porque circula más dinero, se dispara la demanda de bienes y servicios y, en consecuencia, se dinamizan las economías familiares y locales. La creciente demanda de alimentos en su negocio ha obligado a Zeneida a multiplicar los pedidos. “Yo me beneficio de mis ventas, explica, pero quien me vende a mí se beneficia de las ventas que me hace”.
Dueñas y dueños de pequeños negocios, como Zeneida, están contentos y agradecidos porque circula más dinero, se dispara la demanda de bienes y servicios y, en consecuencia, se dinamizan las economías familiares y locales. La creciente demanda de alimentos en su negocio ha obligado a Zeneida a multiplicar los pedidos. “Yo me beneficio de mis ventas, explica, pero quien me vende a mí se beneficia de las ventas que me hace”.
También ha debido contratar tres empleados más, otra de las virtudes anunciadas y procuradas por el presidente Danilo Medina cuando, en campaña electoral y luego desde la presidencia de la República explicó al país cómo sería la revolución educativa que pondría en marcha. Y como el supermercado de Zeneida tiene mayor rotación de inventario, puede proveer productos de calidad y frescos a “sus mismos hijos”, porque aunque es una empresaria de clase media con dinero para pagarle una escuela privada a sus hijos, prefiere ahora la pública.
