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sábado, 31 de julio de 2010

Por Francis FríasEste sábado 31 de Julio se cumplen 11 años de una radio que hemos calificado de comunitaria, fruto de los servicios que brinda a la población, desde religiosos, políticos, deportivos, sociales y culturalesLo que hace que una radio sea comunitaria es la forma de cómo se programa.
Y una Radio comunitaria que algunos podrían llamar radio rural, radio participativa, radio popular, o radio educativa… Este tipo de radio se localiza tanto en áreas rurales, en el corazón de las ciudades, Etc. Algunas emisoras de corte comunitario pertenecen a estudiantes, universidades, municipalidades, iglesias o sindicatos, pero hay estaciones de radio financiadas por donaciones provenientes de su audiencia, por organismos de desarrollo local, por medio de la publicidad y por parte de los gobiernos, este último recurso no es muy casual en nuestro país.Cuando una radio promueve la participación de los ciudadanos y defiende sus intereses; cuando responde a los gustos de la mayoría y hace del buen humor y la esperanza su primera propuesta; cuando informa verazmente; cuando ayuda a resolver los mil y un problemas de la vida cotidiana; cuando en sus programas se debaten todas las ideas y se respetan todas las opiniones; cuando se estimula la diversidad cultural y no la homogeneización mercantil; cuando la mujer protagoniza la comunicación y no es una simple voz decorativa o un aviso publicitario; cuando no se tolera ninguna dictadura, ni siquiera la musical impuesta por las disqueras; cuando la palabra de todos vuela sin discriminaciones ni censuras, ésa es una radio comunitaria.No se someten a la lógica del dinero ni de la propaganda las emisoras que así se denominan. Su finalidad es distinta, sus mejores energías están puestas al servicio de la sociedad civil. Un servicio, por supuesto, altamente político: se trata de influir en la opinión pública, de informar, de crear consensos, de ampliar la democracia. En definitiva - y por ello, el nombre- de construir comunidad.Desde su nacimiento o mejor dicho históricamente la filosofía de la radio comunitaria es la de permitir expresarse a los que no tienen voz, de servir de portavoz de los oprimidos y, en general, podemos decir de ofrecer una herramienta para el desarrollo.La radio comunitaria es definida a partir de tres aspectos que la caracterizan: se trata de una actividad con fines no lucrativos, la comunidad tiene el control sobre la propiedad y está caracterizada por la participación de la comunidad. Es necesario que sea claro que el objetivo de la radio comunitaria no es el de hacer algo por la comunidad, es, más bien, el de dar una oportunidad a la comunidad para que haga algo por ella misma.Existen en América Latina aproximadamente miles de radios que se pueden considerar comunitarias, educativas, populares o ciudadanas. Se identifican por sus objetivos políticos de transformación social, de búsqueda de un sistema justo, con vigencia de los derechos humanos, con acceso y participación de las mayorías en el poder. Se reconocen también por no tener fines de lucro. Esto no les impide crecer, intentando una inserción en el mercado.La radio comunitaria y ciudadana se define por la comunidad de intereses compartidos que representa y por los objetivos político-culturales, comunicacionales y empresarios coherentes con esos mismos intereses. La radio comunitaria y ciudadana incorpora nuevos lenguajes, nuevos formatos, otros sonidos, músicas, voces. Son otras formas de hablar, nuevos tratos con los oyentes, formas de preguntar y de responder, formas de demandar, de peticionar a las autoridades.En cuanto a la gestión la radio comunitaria se ha convertido, con el pasar de los años, en una herramienta indispensable para el desarrollo de las comunidades. Las personas pueden reconocerse, identificarse y, además, comunicarse entre ellas. La radio comunitaria es un difusor cultural. Cada radio comunitaria tiene su tonalidad bien modulada con la imagen de aquellos que la escuchan. Lo importante es la búsqueda de la diferencia.Esta radio es un factor de acercamiento, un puente, un paso hacia el otro, no para que el otro se convierta en los que nosotros somos, sino para que el pueda ser lo que es. No se trata de tener más, sino de ser, esa es la verdadera misión de las radios comunitarias. ¿No es el sentido más profundo de la cultura el de hacer tomar conciencia a las personas de la grandeza que existe en ellas?Emisoras que ejercen la radiodifusión como un servicio a la comunidad y la comunicación como un derecho de todas las personas. Que buscan construir un camino común para apoyarse y fortalecer la comunicación de nuestro pueblo.Radiodifusoras que se reconocen parte integrante de la comunidad en la que participan. Y como medio desarrollan una comunicación pluralista y participativa, abierta a la necesidad de expresión de los sectores sociales y culturales con menor posibilidad de acceso a los medios con fines exclusivamente comerciales. Que ejercen el derecho a la comunicación y, en especial, el derecho a la información. Que ejercen la radiodifusión como un servicio y no como una simple actividad comercial. A nuestro humilde entender eso ha sido en 11 (Once) años Vida FM, como le llama su Director General, “La Radio Del Pueblo”.