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martes, 21 de diciembre de 2021



 El resultado de una sonografía asegura que José Luis Grullón Hernández, un joven de 23 años, tiene “fondo de úlcera y pólipo hiperplásico”. De esto él no entiende nada. Pero de lo que sí sabe es de los síntomas y del peligro que este diagnóstico ha representado para su salud.

Años utilizando hookah y un desorden alimenticio lo pusieron al borde de la muerte. Fue en Estados Unidos, donde reside, que comenzó a sentir ese dolor de estómago intenso al que restaba importancia, pese a las constantes molestias.

“Usaba hookah todo el tiempo”. Lo admite. Su vicio era más grande que tomar consciencia respecto al daño que esto le hacía a su salud. Los consejos de sus padres y gente que lo ama, tampoco tenían sentido para José, como cariñosamente se le conoce.

La vida ahora le pasa factura por no detenerse a tiempo. Desde Estados Unidos fue traído al país para tratarlo aquí. Llegó en muy mal estado, reconoce. “Allá solo me indicaron Omeprazol y me mandaron a la casa, pero el dolor seguía y cada vez era peor. Al llegar aquí, me internaron en la Clínica Cruz Jiminián. Fue ahí que me hicieron todos los estudios y nos dijeron lo que me estaba pasando”. Lo cuenta y de inmediato dice que si usaba hookah fue la primera pregunta que le hicieron. La respuesta fue un sí, y solo quedaba “orar para que me salvara porque mi estómago estaba destruido. Me salvaron las oraciones”.

Un proceso doloroso Jóse no podía comer nada. Botaba sangre al escupir y el dolor no cedía con nada.

“Estaba quemado por dentro”. Es ahí en ese momento que decide compartir las imágenes con LISTÍN DIARIO. En ellas se ve a la perfección el daño causado por la hookah al estómago del joven que, en pocos meses ha perdido 35 libras.

Comer era tan doloroso como el problema en sí. Sorbitos de sopa sin condimentos era lo indicado. Lo toleraba poco a poco. Los sueros ayudaban a mantenerlo al menos con algo de fuerza para luchar por su vida. Los días pasaban y su arrepentimiento aumentaba porque no fue ni una ni dos veces que se le dijo que dejara ese vicio porque la hookah no sólo daña el corazón, según han confirmado algunos médicos, sino que causa otros estragos a la salud. El del estómago es otro y un médico internista lo confirma a este medio.

“Es de conocimiento público que la hookah daña la salud y hasta mata. ¿Estamos claros? Por lógica, los jugos del tabaco que se usan en estos artefactos suelen irritar la boca, lo cual por supuesto, aumenta el riesgo de desarrollar cánceres bucales y con esto infecciones que se van derecho al estómago. Aunque hay que decir que, lo que más afecta el estómago es que el ‘chiste’ de la hookah es compartir de boca a boca. Ya usted sabe lo que esto genera... Hay bacterias que se van al estómago y ahí comienza el problema”, explica claramente el doctor Julio Rodríguez Núñez.

Cita que ha visto en Internet muchos contenidos sobre los daños que causa la hookah. Refitió de manera textual algo que leyó en una página y con lo que está de acuerdo: “Los estudios de la shisha (pipa oriental) a base de tabaco y la ‘herbal’ demuestran que el humo de ambas preparaciones contiene monóxido de carbono y otros agentes tóxicos que aumentan los riesgos de cánceres asociados con el cigarrillo, enfermedades cardíacas y pulmonares”. Aclara que cuando dicen ambas es haciendo referencia al tabaco o a otros sabores de los que se usan en el citado objeto. Le da el crédito a Florida Health.

AMARGA EXPERIENCIA

Pero el susto de verse al borde de la muerte, Jóse no lo ha pasado solo. Su familia ha vivido en carne propia la impotencia de ver hasta dónde llegó su pariente por no llevarse de consejo. “Esto nos ha costado mucho sufrimiento, lágrimas y gastos. Hemos tenido que hacer grandes sacrificios para lograr que él recupere su salud y nosotros nuestra paz”. La cita es de su madre Grimaldy Hernández

Salud para su hijo Como madre pensaba lo peor, pero como cristiana mantenía la fe puesta en el Señor para que le devolviera la salud a su hijo y les ayudara a ellos a disponer de los recursos necesarios para las atenciones médicas y comprar los medicamentos que, según afirma, son muy costosos. Por la experiencia vivida, le pide a los jóvenes que traten de alejarse de ese vicio, y a los padres que no se cansen de orientar a sus hijos.

“Escuchen a sus padres” Jóse se une a ese llamado, y hoy, a propósito de las fiestas de Navidad, en las que quienes fuman hookah, puede que redoblen su uso, les manda un mensaje: “Escuchen a sus padres, llévense de consejo, la hookah es el camino más fácil hacia la muerte. Podemos disfrutar de la vida de una manera más sana”, concluye.