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miércoles, 21 de mayo de 2014

NAGUA.-Una “guerra sin cuartel” fue declarada contra el virus de la chinkungunya en esta ciudad, como medida preventiva en momento en que ya ha atacado otras provincias dominicanas.


Cientos de voluntarios atendieron un llamado de las autoridades y se concentraron en la parte frontal de la Alcaldía Municipal, para desde allí, salir a los barrios de la periferia y al centro de la ciudad, con el fin de enfrentar los criaderos del mosquito que transmite la chinkungunya.

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Guardias del Ejercito Nacional, miembros de la Policía Municipal, representantes de organizaciones como el Movimiento Se Puede, Unidad de Rescate, Cruz Roja, Defensa Civil, entre otros “se armaron”, con fundas, cloro, camiones colectores de basura y bombas para fumigar.

Con estas “armas”, fue mas que suficiente para que siguieran las instrucciones del director provincial de salud el doctor Mañon Jiminian, del alcalde Angel de Jesús López (El Compa) y otras autoridades.

En cada caso, se instruyo para recoger plásticos y otros desperdicios que sirven de reservorio para la multiplicación del mosquito que también transmite el dengue.

Toneladas de “corotos” fueron recogidos y llevados al vertedero y en los lugares necesarios por la acumulación de agua limpia, se aplico fumigación con el fin de matar el mosquito, al tiempo que en cada tanque de conserva de agua para el consumo humano, se froto sobre la superficie a fin de evitar que el mosquito hembra pueda seguir poniendo sus respectivos huevos.
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Una foto de Josemiguel Hernandez Salazar.
EL MOVIMIENO SE PUEDE
El equipo encabezado por el Movimiento Se Puede, estuvo coordinado por el Concejal Johnny Alberto Salazar, quien junto a voluntarios de la organización, empleados del Ayuntamiento Municipal y los vecinos del sector Doraliza Ulloa, se encargaron de limpiar toda la zona.

Este equipo, lo primero que hizo fue eliminar un enorme charco de agua en la calle Manolo Tavarez Justo frente a la Capilla Católica y luego fumigar toda la zona por ser uno de los lugares de mayor concentración de personas.

Lo mismo se hizo en el entorno y el interior de una iglesia evangélica y en un colegio para niños y niñas.

Acción seguida, se procedió a visitar patio por patio y junto con los vecinos se retiro todo tipo de desperdicios.

La jornada de limpieza se cumplió a pesar de la persistente lluvia que se mantuvo hasta llegar la noche.
Una foto de Josemiguel Hernandez Salazar.
Una foto de Josemiguel Hernandez Salazar.
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En cada caso, los vecinos fueron instruidos a mantener el área limpia atendiendo a que “la ciudad más limpia no es la que mas se barre, si no la que menos se ensucia”.