Breaking News
Loading...
lunes, 18 de enero de 2010

Una joven llora mientras reza en el sitio donde colapsó la Catedral Nacional de Haití tras el sismo que sacudió a la isla esta semana.

Lula pide a países ricos ayudar más; Colombia releva socorristas
Ayuda sigue llegando, pero hay muchos haitianos sin agua y comida
Sigue llegando la ayuda para las víctimas
La violencia complica tareas de asistencia humanitaria en Haití
Por JACQUELINE CHARLES, JEAN-CYRIL PRESSOIR y ELINOR BRECHER
En Haití los funerales son tan costosos como las bodas y las tumbas con frecuencia son más lujosas que las viviendas.
Pero ahora los empleados de recogida de basura entierran a miles en fosas comunes, víctimas del terremoto del martes, e incluso así no dan abasto.
El domingo el primer ministro haitiano Jean-Max Bellerive dijo que empleados del gobierno habían recogido y enterrado 70,000 cadáveres, todos excepto 5,000, provenientes de la capital, Puerto Príncipe.
El gobierno declinó dar una cifra exacta y cree que la cifra total podría llegar a 100,000 muertos.
Se espera que la cifra aumente porque las autoridades todavía no han llegado a zonas de la capital y sus alrededores que sufrieron daños masivos.
"Hasta que lleguemos a las zonas marginales, donde vive el grueso de la población no sabremos'' el número exacto, afirmó Bellerive.
Inmediatamente después del terremoto del martes, los que podían darse el lujo compraron ataúdes, los cubrieron de flores y llevaron sus muertos al crematorio.
Los que no tenían el dinero los incineraron ellos mismos.
Inicialmente, los fallecidos eran envueltos en sábanas blancas y rosadas, arrancadas de camas o recuperadas de entre los escombros.
Ahora los familiares que han pasado días escarbando entre los escombros en busca de sus seres queridos dejan que los empleados del gobierno se los lleven.
Esta recogida masiva y básica de cadáveres ha generado muchas críticas, pero Bellerive afirmó que "la gente no se da cuenta que hemos tenido que recoger 70,000 cadáveres en cinco días..., creo que ningún país está preparado para eso''.
Jude Celestin, director de la empresa constructora de carreteras de Haití, declaró que sus choferes inicialmente llevaron cámaras y libreta de notas para llevar un registro de la identidad de los fallecidos. Pero después de recoger 1,000 cadáveres, el sistema no funcionó más porque la gente comenzó a lanzar los cuerpos a la pala de las excavadoras.
El total es "mucho más'' de 70,000, aseguró Celestin.
Sesenta camiones de volteo y excavadoras del gobierno con equipos de ocho hombres realizan la difícil labor, dijo Celestin. "Es un proceso largo. Primero, colocan el cuerpo en la pala de la excavadora, que entonces lo coloca en el camión''.
Celestin dijo que sus hombres no son profesionales de esta actividad, sólo constructores que hacen lo mejor que pueden.
Jean--Yves Jason, alcalde de Puerto Príncipe, dijo que después del terremoto las autoridades dedicaron varias horas a discutir cómo manejar el asunto de los fallecidos. La situación se hizo apremiante porque "los cadáveres comenzaron a descomponerse y a oler mal. Enfrentábamos la situación de tener que dejarlos en la calle a que se pudrieran, nadie pudiera identificarlos y enfermaran a los demás. En medio de un desastre así salvar a los que quedan vivos es lo más importante''.
Jason dijo que más de 150 campamentos espontáneos han surgido en la ciudad, sin contar muchos otros en Petionville y otras comunidades en las afueras de Puerto Príncipe. De los 65,000 cadáveres que se han recogido sólo en Puerto Príncipe, 7,530 han sido enterrados en el cementerio nacional, que ya no tiene más capacidad.
"El terremoto destruyó muchas tumbas. Lo que tuvimos que hacer fue crear fosas comunes'', dijo. "No decidimos a propósitos convertir las tumbas en fosas comunes, pero era la solución más simple y rápida para sacar los cadáveres de las calles''.