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miércoles, 12 de enero de 2011

La sorpresa de este miércoles para los que estudian, trabajan o tenían diligencias que hacer, fue darse cuenta de que los carros y guaguas del transporte público-sindical no estaban funcionando.
De inmediato, algunos llamaron a sus trabajos y reportaron que llegarían más tarde, pues había una huelga.
Sin embargo, de acuerdo a Ramón Pérez Figuereo, de la CNTU, no se trata de una huelga, sino que los diferentes gremios del transporte que abogan por la rebaja de los precios de los combustibles han apostado sus vehículos en la 27 de Febrero, para de ahí llevar, a eso de las 9:00 de la mañana, un documento de reclamo al Ministerio de Industria y Comercio.
Se presume que tras esa actividad el transporte volverá a la normalidad.“Vamos a luchar para tratar de modificar la ley de hidrocarburos en el Congreso Nacional, para transparentar el precio de los carburantes y se detengan los aumentos abusivos e innecesarios”, dijo.
Para esta tarde, a las 4:00, tienen programado una marcha en Pantoja, en Santo Domingo Oeste, en repudio al aumento de los combustibles, que en los últimos días han aumentado unos 10 pesos en total.Pérez Figuereo dijo que la paralización del transporte este miércoles forma parte de la jornada de lucha que inició este martes en la tarde en el Parque Independencia, en el Distrito Nacional.
CNTU, Fenatrano, Conatra, entre otros gremios, iniciaron ayer una jornada de lucha, como le denominan, para exigir del Gobierno la modificación de la Ley de Hidrocarburos, la revisión de los precios de las combustibles, el cumplimiento del subsidio del GLP y repuestos, entre otras promesas incumplidas.
Juan Hubieres, de Fenatrano, llamó a esta actividad: cívica y pacífica.“Estamos reclamando en 2008, cuando estábamos en plena campaña electoral, el barril de petroleo costaba 150 dólares y el gas propano estaba a 51 pesos, hoy el barril cuesta 99 dolares, sin embargo el gas propano cuesta 92. Eso no tiene lógica ni aritmética ni matemática”, dijo Hubieres.
Para el también diputado, esto constituye una violencia contra las amas de casa, y todos los sectores sociales, no importa el nivel social.Tanto Pérez Figuereo como Hubieres se comprometieron públicamente a través de la Z101 a no traspasar a los usuarios el alto costo de los combustibles, pero llamaron a todas las organizaciones sociales y comunitarias a unirse al reclamo de la modificación a la legislación y la revisión de los precios de los carburantes.
También informaron que han solicitado a Participación Ciudadana y al Centro Juan Montalvo, participar como testigos de las negociaciones y acuerdos que creen deben darse con el Gobierno. “Ayer en la tarde Ignacio Ditrén nos llamó, ya empezamos a existir para el Gobierno”, dijo Hubieres.
“No hay forma de competir. Estamos abiertos al diálogo”, dijo el presidente de Fenatrano.Los motoconchistas se unenEl presidente de la Federación Nacional de Motoconchistas (Fenamoto), Oscar Almánzar, también informó a través de la Z101 que apoya la jornada de lucha, porque los motoristas son los más afectados con el alza de los combustibles, ya que usan gasolinas.
Aunque Antonio Marte (Conatra) no llamó a la emisora, también sus unidades apoyan estas decisiones, y en su momento dijo que sólo echa para atrás la decisión de aumentar el precio del pasaje, si el Gobierno cumple con el subsidio al GLP para los choferes y con la entrega de repuestos para vehículos.Z101Digital.com en la calle
En la parada de la Isabel Aguiar con 27 de Febrero, algunos choferes se disponían a detener los vehículos que encontraban sospechosos de motar pasajeros sin pertenecer a la ruta, incluso a taxistas de compañías de esa zona que acudían ante la llamada de sus usuarios.
“Esto es para que a ustedes no le aumenten el pasaje cinco pesos; nos quieren aumentar el gas y eso no se va a dar”, dijo un chofer de la ruta que se negó a identificarse, al tiempo que un compañero gritaba detrás:
“nosotros hacemos lo que ellos digan, ellos son los dueños de eso”, al referirse a la orden de las autoridades de esa ruta.Los pasajeros que no alcanzaban a entrar en los autobuses de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), se veían obligados a caminar hasta un punto de la 27 de febrero en el que pudieran conseguir transporte.