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lunes, 11 de enero de 2010

Boteros piden plazo hasta abril, pero Medio Ambiente sede sólo hasta la construcción de muelle en la desembocadura.Hay decenas de botes y lanchas que llevan meses amontonados en la Laguna Gri-Grí sin que sus dueños ni siquiera calienten sus motores.
Domingo De León, quien fuera designado recientemente como administrador de la Laguna Gri-Grí a fines de rescatar esa belleza natural y todo su entorno.
La gran cantidad de botes y lanchas estacionados en la Laguna Gri-Grí se han convertido en el dolor de cabeza de las autoridades de Medio Ambiente.
Los planes de rescatar la Laguna Gri-Grí y todo su entorno tiene preocupado a los más de 40 boteros que viven del transporte de turistas por sus aguas. Fotos; costaverdedr.com
Río San Juan.- La promesa de limpieza y protección de la Laguna Gri-Grí parece estar lejos de cumplirse. No ha valido el ultimatum dado el mes pasado por el secretario de Medio Ambiente Jaime David Fernández, ni la designación de un administrador; sigue el mismo conflicto sobre la salida de los botes estacionados.
El último esfuerzo se hizo hace un par de semanas, luego de que Fernández Mirabal llegara a la zona y prometiera que para el 18 de diciembre la Laguna iba a estar libre de botes, sin dar ninguna alternativa a los propietarios de los mismos, según dijera uno de los directivos de la asociación de boteros.
Incluso se ordenó formar un contigente de 40 hombres para la tarea de sacar los botes a la fuerza si sus dueños no cumplían con la disposición. Sin embargo, esa amenaza no fue ejecutada gracias a la oportuna intervención de la diputada Isabel Bonilla, quien según se dijo intercedió ante el Secretario para darle un plazo a los boteros y buscar una salida satisfactoria.
En su lugar, según se supo, se le envió una carta a Medio Ambiente pidiendo un plazo hasta abril, y la posible construcción de un pequeño muelle flotante en la desembocadura de la Laguna, específicamente entre la islita ubicada en el océano Atlantico y tierra firme, cerca de la playa de Mino.
Sin embargo, hasta el momento esa misiva no ha tenido respuesta ni tampoco está claro quién pagaría por dicha construcción, ya que Medio Ambiente no lo hará, algo que preocupa a los boteros, que dijeron no tener los fondos para cargar con dicho gasto.
“Nosotros no nos oponemos a la limpieza de la laguna ni a que se regule la presencia de botes en ella, pero ahí es que nos ganamos la vida y somos un sindicato pobre que no podemos echarnos otra carga”, dijo Benito García, quien es el vicepresidente de la asociación de boteros, y por más de 40 años se ha ganado la vida transportando turistas desde la Laguna Gri-Grí hacia las diferentes playas del litoral riosanjuanero.
Dicen que tienen demasiado con los 2,000 pesos que cada botero debe pagar a la Marina de Guerra anualmente por la matrícula, más otros 1,500 a Medio Ambiente por la licencia, 40 mil de impuesto en conjunto al Ayuntamiento Municipal y otros 44 mil de seguro.
García dijo que están de acuerdo con ser ubicados en el muelle, aunque aclaró que debe garantizársele que habrá seguridad para que los botes o sus motores no sean robados.
Sin embargo, Domingo de León, quien fue designado por Fernández Mirabal como administrador de la Laguna, dijo que el proyecto de conservación de la Laguna seguirá en proceso y que ya se ha limpiado gran parte de su entorno.
Sobre la petición de extender hasta abril el plazo para sacar los botes, dijo que Medio Ambiente lo consideró muy largo, por lo que se está trabajando para la construcción del muelle lo antes posible, el cual sería a bajo costo y sería construído con recursos de los propietarios de los lanchas.
Dijo que la idea es sacar antes de esa fecha los 40 botes, 19 cayucos y 12 lanchas que permanecen estacionados en la Laguna y que sólo se permitirá que permanezcan dos botes esperando turnos en la zona, y que los demás vayan entrando a medida que sean solitados por el desespachador.
No obstante, De León no especificó cuál será el sistema a usar para limpiar los desechos que a diario caen a la Laguna a través de los retretes y las cloacas de su entorno, y que por años mantienen contaminadas sus aguas.
El año pasado el presidente Leonel Fernández declaró a la Laguna Gri-Grí y sus mangles como un patrimonio de la naturaleza y zona protegida.