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martes, 9 de marzo de 2010

Combo de fotografías del periodista y disidente cubano Guillermo Fariñas, a la izquierda durante su anterior huelga de hambre en el año 2006 y a la derecha el pasado jueves 4 de marzo de 2010durante su octavo día de protesta en una nueva huelga de hambre. En un comunicado emitido hoy, viernes 5 de marzo de 2010, en Madrid por su sección española, la ONG defensora de los periodistas Reporteros Sin Fronteras (RSF) se declara "especialmente preocupada" por el estado de salud de Fariñas.
El diario oficial cubano Granma informó el lunes que las autoridades de la isla permitirán que el disidente Guillermo Fariñas muera si continúa en su huelga de hambre, alegando que no sería ético alimentarlo a la fuerza y que el gobierno ‘‘no aceptará presiones ni chantajes''.
El artículo significa "mi sentencia de muerte'', dijo Fariñas, quien agregó que las autoridades cubanas están "preparando a la opinión pública para mi muerte'' y será ‘‘responsable de la manera en que termine mi huelga de hambre''.
Un diplomático español que lo visitó el lunes dijo que Cuba estaba dispuesto a permitir que abandonara el país con destino a España, pero Fariñas dijo por teléfono desde su casa en Santa Clara que rechazó la oferta.
La dura postura de Cuba se produce en momentos en que Fariñas, un psicólogo y periodista disidente de 48 años, lleva 13 días sin comer ni tomar agua para exigir la libertad de 26 presos políticos que alega están en mal estado de salud en las cárceles cubanas.
Fariñas, quien comenzó el ayuno un día después del fallecimiento del preso político Orlando Zapata Tamayo después de una huelga de hambre de 83 días, perdió el conocimiento durante dos horas y media la semana pasada, pero dijo que seguirá "hasta las últimas consecuencias''.
El artículo de Granma fue una mención poco común de un disidente por parte de los medios noticiosos controlados por el gobierno, que generalmente los considera ‘‘mercenarios'' pagados por Estados Unidos que tratan de socavar el sistema comunista.
"Existen principios bioéticos que obligan al médico a respetar la decisión de una persona que ha decidido iniciar una huelga de hambre'', dijo Granma.
"Por tanto, de ningún modo puede forzársele a ingerir alimentos, como hacen cotidianamente las autoridades norteamericanas en las cárceles y centros de tortura de Guantánamo, Abu Ghraib y Bagram, en violación de los derechos de los detenidos'', enfatizó el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
"La medicina sólo puede actuar cuando el paciente ha entrado en shock, fase en que como regla resulta tarde, lo que se llama punto de no retorno'', señaló Granma, agregando que Fariñas ya experimenta "un proceso de deterioro notable''.
"En este caso, no es la medicina la que debe resolver el problema intencionalmente creado con el propósito de desacreditar nuestro sistema político, sino el propio paciente y los apátridas, diplomáticos extranjeros y medios de prensa que lo manipulan'', añadió el periódico.
Elizardo Sánchez, activista de derechos humanos que vive en La Habana y quien ha exhortado a Fariñas a poner fin a la huelga de hambre, dijo que es responsabilidad del gobierno "ofrecerle de inmediato cuidados médicos institucionales, como debió haber hecho, y no hizo, con Zapata''.
Las autoridades estadounidenses en la prisión de Guantánamo para sospechosos de terrorismo han alimentado a la fuerza a varios detenidos que se declararon en huelga de hambre para protestar por su tratamiento, a pesar de las quejas de grupos de derechos humanos.
Las guías de la Asociación Médica de Estados Unidos y la Asociación Médica Mundial exigen que cuando un prisionero "es considerado por el médico capaz de un juicio racional sobre las consecuencias de negarse a comer, no debe ser alimentado artificialmente''.
La guía de cinco páginas de la Policía de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos acerca de cómo manejar a detenidos en huelga de hambre exige que sean supervisados de cerca por profesionales de la salud, en celdas de aislamiento, y que es necesario una orden judicial para que reciban "tratamiento médico involuntario'' como la alimentación forzada.