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miércoles, 26 de mayo de 2010

Por Cándido Mercedes
Sería pertinente volver a nuestra realidad y hablar sobre la Delincuencia y la Criminalidad. La necesidad de realizar estudios sistemáticos sobre victimización real.
No quiero escribir sobre elecciones, pues la verdad es que el costo emocional y social, es extraordinario; para darnos cuenta que más allá de los avances tecnológicos, que son buenos, no basta, se requiere de una revolución procesual permanente de los cambios de mentalidad de los actores políticos.

Hablar de elecciones es como si fuera estar anclado en el pasado: iniquidad, trapisonda, clientelismo, usos de los recursos del Estado y el poder per se. !Avanzamos ... a que precio y velocidad! La abstención es una lectura del cansancio emocional y consecuentemente de como socialmente, la élite política, no representa a la mitad de la población. La legitimidad no encuentra espacio en las elecciones; sólo un ejercicio responsable y fluido de los ganadores, encontrará la legimitidad y la gobernabilidad posible y necesaria.
Volvamos a nuestro artículo. La delincuencia es un fenómeno social que se expresa como una desviación, que a su vez es definida como una conducta que no responde con las expectativas de la sociedad. Es un distanciamiento de la norma prevaleciente. Para Anthony Giddens es la falta de conformidad con una serie de normas dadas, que sí son aceptadas por un número significativo de personas de una comunidad. Para el destacado sociólogo Robert Merton es una consecuencia de las desigualdades económicas y de la ausencia de equidad en las oportunidades.
Entre las diversas explicaciones del comportamiento desviado se encuentran la biológica, la psicológica y la sociológica. Es esta última que nos interesa destacar por ser la que conceptualmente aborda con más lucidez la realidad. Dentro de la explicación sociológica, encontramos:
1) La socialización impropia, esto es, la persona que no ha sido socializada adecuadamente y no incorpora las normas culturales dentro de su personalidad y por lo tanto, no está en capacidad de diferenciar entre lo correcto y lo incorrecto.
2) Otra dimensión o cuerpo de explicación es aquella que nos señala que el comportamiento desviado es producto de un aprendizaje y por lo tanto, de un cambio: aprendió a ser desviado por imitación. Es lo que el Sociólogo Edwin H. Surtherland denominó Asociación Diferencial, que significa que para que una persona sea un delincuente o un criminal, primero debió aprender a serlo. Es el resultado de la interacción social de esa persona con otra u otras. La frecuencia, duración, prioridad e intensidad de las interacciones genera el resultado, el producto social, en esa persona.
3) Una tercera explicación, se produce una tensión entre la cultura y la estructura social de una sociedad. Cada sociedad prescribe las metas mediante la cultura socialmente aceptada y ha cimentado socialmente los medios para la obtención de las metas. Cuando hay una diferenciación entre la posibilidad del acceso a los medios, se produce una conducta desviada.
Las relaciones sociales afectan, ora positivamente, ora negativamente. De ahí que esa multiplicidad de interacciones desviadas, tanto individual como colectivamente, van fraguando un laberinto en el cuerpo social de la sociedad que la va fragmentando, desfigurando, desarticulando, hasta crear una patología social que se verifica en una Delincuencia y Criminalidad epidémica.
A pesar de los esfuerzos que desde el Estado se hayan ido produciendo, la verdad es que la República Dominicana se encuentra actualmente en lo que respecta a los indicadores de muertes violentas y tasa de homicidios en niveles muy altos: 2005: 21%; 2006: 20.3%; 2007: 18.5%; 2008: 20.5%; 2009: 23.4%. Lo que se estila en los organismos internacionales es de 0 a 5% (es como normal, por cada 100,000 habitantes); de 5 a 8 % (Delicada); de 8 o más (Representa un cuadro de criminalidad epidémica).
Cuando pasa de 20 es cuasi una pandemia social y nosotros estamos actualmente en 24.6%. Y, ocurre que se da una simetría perfecta o una correlación 100% que señala que mientras más recurrentes y mayor es la delincuencia y la criminalidad, mayor temor sienten las personas a convertirse en un victimario. El temor de victimización lo acorrala. Las personas van configurando un síndrome de temor, de inseguridad y en gran medida se convierten en pigmaliones negativos, o, en seres humanos que se anidan en la autoprofecía de la realización personal: tus pensamientos generan tus acciones y tus acciones producen tus resultados.
La Delincuencia y con ella, la Criminalidad, van destruyendo todo lo que de humano es válido y tiene una razón de ser en la fase de creación y de recreación de la dinámica social humana. Es una patología que nos va envolviendo en un círculo perverso, vicioso, que nos degrada a los individuos y a la sociedad; carcomiéndonos como Nación, como País.
A más Delincuencia y Criminalidad, más costos para las empresas y el Estado, más afecta a los individuos en su recreación y trabajo; más se pierde la confianza en las relaciones entre las personas y menos confianza en las instituciones del Estado al percibir los ciudadanos que éste no coadyuva de manera firme y sistemática con ese fenómeno social. Por lo tanto, la Delincuencia y la Criminalidad afectan, no sólo el clima de negocios, sino el capital social de una sociedad. La construcción de confianza y de compromiso se realiza en un espacio de poca eficiencia y un calentamiento de la libertad y del verdadero desarrollo.
¿Qué explica lo que se viene anidando en el tejido social, que la Delincuencia y la Criminalidad estén aumentando más allá de toda percepción? En el 2001 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes era de 12.5, en el 2002 fue de 14.53 y ya en el 2008 era de 25.5.
Entre las causas que explican este fenómeno social, que ya es una Pandemia Social, se encuentran:
1) La crisis financiera que derivó en una crisis económica (2003-2004), produciendo una profunda brecha social. Más de un 1,500,000 pobres produjo esa enorme crisis. Hoy sabemos que cuando el crecimiento del PIB, aumenta en un 1% , la tasa de pobreza disminuye en apenas un 0.38%. En cambio, cuando el PIB, DISMINUYE UN PUNTO, la pobreza aumenta 8 puntos. Esto quiere decir, que se da una asimetría muy profunda en la elasticidad de la pobreza.
2) A pesar de que a partir del 2005 la economía comenzó a crecer significativamente (2005: 9.5%; 2006: 8.4%; 2007: 7.5%; 2008: 6.4%; 2009: 3.5%), todo este crecimiento no fue acompañado con una mejor distribución de la riqueza. El coeficiente de Gini, que es el instrumento que sirve para determinar la Desigualdad Social, nos dice que actualmente se encuentra en 5.7%. Dicho paradojalmente: Mientras la riqueza de la sociedad aumentaba, la Desigualdad Social aumentaba. Por eso más que la pobreza, como generador de Delincuencia y Criminalidad, es la BRECHA SOCIAL y con ella la poca sensibilidad social de quienes nos gobiernan. Prefieren más Tarjetas de Solidaridad, más Bonos Gas, más Bonos Luz, en vez de invertir más en educación, salud, viviendas, agua, infraestructuras y más capacidad para priorizar los recursos escasos.
3) El Crimen organizado: el narcotráfico, el microtráfico, el lavado de activos, el narcolavado, el sicariato. Todos ellos propician la Delincuencia y la Criminalidad.
4) El efecto demostración que se genera a partir del Delito de Cuello Blanco y la Delincuencia Empresarial. Se produce la tensión entre la cultura y la estructura. La incompatibilidad que se da entre las expectativas culturales y las realidades sociales, que nos habló Emilio Durkheim, para tipificar la Anomia. Rober Merton también correlacionó la Anomia y la desviación. Enumeró cuatro tipos de conducta desviada: la Innovación; el Ritualismo; el Retraimiento y la Rebelión. El que se da en la sociedad dominicana, según el modelo de Rober Merton es la Innovación, que aparece cuando la gente acepta las metas culturales pero rechaza los medios culturalmente aceptados para su obtención.
5) La inversión pública y su prioridad y la lentitud en la reducción de la tasa de desempleo. En el 2004 (19.5); 2005 (17.4); 2006 (16.5%); 2007 (15.3%); 2008 (14.9); 2009 (17.6%). Si sumamos los salarios de la población económicamente activa que trabaja en la economía formal, el drama social es dantesco, el 85 % gana menos de $18,000.00.
6) La Teoría de las Ventanas Rotas, planteada por Wilson y Kelling, que establece que hay una relación directa entre la aparición de desórdenes y el surgimiento de una auténtica Delincuencia. Dicha teoría deriva en una POLITICA DE TOLERANCIA CERO. Por ejemplo: Si, ni a Radhamés Segura ni a Bautista Rojas Gómez, le pasó nada con las pruebas de nepotismo, que es una modalidad de corrupción, los demás funcionarios pueden interpretar que no hay castigos, ni por lo tanto orden. Sencillamente, no hay consecuencias favorables para la sociedad.
Los últimos datos que tenemos acerca de una Encuesta de Victimización son del 2008 y nos los arrojó Barómetro de Las Américas: Cultura política de la Democracia en la República Dominicana.
Se hace necesario que desde la Sociedad Civil (Universidades, Medios de Comunicación); contribuyan a realizar estudios sobre VICTIMIZACION, pues en todas partes, las esferas oficiales tienden a realizar un subregistro de los delitos. Además, siempre hay una diferencia entre la proporción de delitos cometidos con respecto con los denunciados por diversas causas y razones. En Dominicana, la diferencia entre lo ocurrido y lo denunciado es de 7 a 1.
La única manera de cambiar algo es conociéndolo; el simplismo lo degrada todo y profundiza más el fenómeno que deseamos combatir. La Delincuencia y la Criminalidad es un vector que lo destruye todo y afecta la convivencia, la cohesión social y el desarrollo.