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lunes, 24 de mayo de 2010

El gobierno de Cuba ha prometido trasladar a hospitales a los presos políticos enfermos y llevar a otros disidentes encarcelados a lugares más cercanos a sus provincias de origen, en una asombrosa concesión a la reciente avalancha de críticas por su historial de derechos humanos, dijo el domingo un periodista independiente.
Guillermo Fariñas, que mantiene una prolongada huelga de hambre para exigir la liberación de 26 presos políticos enfermos, dijo que el arzobispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, le dijo que los cambios comenzarían el lunes y que al final algunos disidentes encarcelados podrían ser liberados.
Las autoridades católicas han mantenido a Fariñas y a las Damas de Blanco al tanto de sus negociaciones con el gobernante Raúl Castro sobre la suerte de los presos políticos, que en estos momentos se calculan en unos 190.
El gobierno cubano ha permanecido en silencio ante los comentarios de Fariñas, pero activistas de derechos humanos de La Habana dijeron que han recibido información de disidentes encarcelados de que algunos directores de prisiones han informado a varios de ellos que empaquen sus pertenencias.
La medida del gobierno, si se confirma, sería un poco común gesto de buena voluntad por los gobernantes comunistas de la isla, que enfrentan una seria ola de críticas tanto en la isla como en el extranjero sobre su historial de derechos humanos, que tomó fuerza en febrero con la muerte del preso político Orlando Zapata tras una prolongada huelga de hambre.
Fariñas declaró por teléfono a El Nuevo Herald desde su cama de hospital en Santa Clara, donde ha recibido alimentos por vía intravenosa debido a su negativa de comer y beber, que Hernández le dio la información durante una visita el sábado.
Hernández le dijo que Homero Acosta, secretario ejecutivo del gobernante Consejo de Estado, informó por teléfono el viernes a las autoridades católicas que el gobierno comenzaría el lunes a trasladar a hospitales a todos los presos políticos enfermos de gravedad, y a otros a prisiones más cerca de su lugar habitual de residencia, dijo Fariñas.
Fariñas exige la liberación de 26 presos políticos que alega están tan enfermos que necesitan hospitalización, pero agregó que una lista separada que lleva la Iglesia Católica de prisioneros de conciencia en mal estado de salud tiene 37 nombres.
Entre los 190 presos políticos están 53 de los 75 disidentes condenados a largas sentencias de prisión en una ola de represalia conocida como la Primavera Negra. Un total de 22 de los 75 han sido liberados, casi todos por razones de salud, y 17 de los que quedan presos están lejos de sus familias, dijo Fariñas.
Hernández agregó que se espera que Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega, que se entrevistaron durante cuatro horas la semana pasada, se vuelvan a reunir esta semana ‘‘para discutir la liberación de algunos prisioneros políticos'', según Fariñas.
Un despacho de The Associated Press atribuyó a Orlando Márquez, portavoz de la Arquidiócesis de La Habana, haber confirmado que funcionarios de gobierno habían informado a las autoridades eclesiásticas que algunos de los prisioneros serían trasladados a prisiones más cercanas a sus viviendas, pero no ofreció más detalles.
Una alta autoridad católica en La Habana declaró a El Nuevo Herald que no podía confirmar todos los detalles que Fariñas dijo que recibió de Hernández, pero agregó: ‘‘Esperen al lunes''.