Breaking News
Loading...
lunes, 10 de agosto de 2009

NUEVA YORK, EE.UU.- La ciudad de Nueva York se vistió este domingo de dominicano. La bachata, el merengue y la alegría criolla sonaron a granel durante el 27avo. Desfile Nacional Dominicano.

Armadas de la bandera tricolor, unas 500 mil personas se orillaron por más de tres horas y 20 cuadras de la Sexta Avenida de Manhattan, para ver desfilar su cultura, su música, sus personajes pintorescos y hasta sus políticos, tanto de aquí como de allá.

Más de 30 carrozas, diseñadas con los colores rojo, azul y blanco de nuestra bandera, e igual número de delegaciones desfilaron ante un eufórico público que fue premiado por la naturaleza con una temperatura de cielo cargado de nubes y sol moderado, que a veces dejó caer pequeñas gotas de lluvia que refrescaron el ambiente.

Rondaba la una de la tarde cuando el presidente del desfile, el eterno Nelson Peña, acompañado del alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; el cónsul dominicano, Eduardo Selman; el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, y más de una veintena de madrinas, padrinos, mariscales e invitados especiales, cortó la cinta para dar inicio oficial al desfile que partió desde la calle 36 hasta la 59.

Fue como un toque de campana para que arrancara tal caballo desbocado nuestro merengue, que ahora apoyado por la bachata retumbaba desde las diferentes carrozas en los rascacielos de la afamada vía.

El roba la ballina, los diablos cojuelos, los Guloyas, las delegaciones de la Policía Nacional y las muchachas del battón ballet estuvieron entre las representaciones que hicieron presencia en el desfile.

El Torito, Ruby Pérez, Magic Juan y Rynal Klein, fueron parte de los merengueros nuestros que animaron las carrozas de las diferentes empresas que apoyaron el desfile. Sin dejar de destacar la presencia del animador Jochy Santos en la carroza de una compañía de envíos. Y Charlie Villanueva, el estelar dominicano de los Pistons en la NBA, quien conformó su propia delegación con varios vehículos todo terreno.

Mientras, los políticos usaron el desfile de plataforma para darse vitrina y promover sus candidaturas.

Así se pudo ver cómo las representaciones y candidatos del PRD, PRSC, PLD y PQD, entre otros, hacían todo a su alcance para llamar de los residentes en la Gran Manzana, que a veces lanzaba consignas en contra de una que otra delegación.

Aunque muchos vociferaron que era un día de hermandad y unidad, donde las banderías políticas quedaban a un lado, algunos lanzaron sus dardos. Como el cónsul Selman, quien dijo que asistió para estar con su comunidad, a pesar de que el desfile lo dirige un dirigente del PRD.

Los políticos neoyorquinos tampoco se quedaron atrás, y tanto el alcalde Bloomberg, quien busca la reelección, y el contralor Bill Thompson, que busca destronarlo, abrazaron la bandera dominicana y lanzaron palabras bonitas buscando congraciarse con los criollos.

Ydanis Rodríguez, el candidato más fuerte al Concejo por el Distrito 10, y Yudelka Tapia, candidata por el 16, llevaron amplias delegaciones encabezadas por algunos oficiales electos, como los asambleístas Adriano Espaillat y José Peralta; y hasta el ex comisionado Guillermo Linares, a quien la Junta de Elecciones acaba de tumbarle su candidatura al distrito 10, desfiló acompañando a un candidato norteamericano a la Contraloría.

“Estoy aquí, apoyando a mi comunidad. Este es un día muy especial para todos los dominicanos en esta urbe”, dijo Linares.

María Rodríguez fue una de las que, junto a su familia, aguantó desde las 10 de la mañana para no perderse esa auténtica estampa dominicana.

“!Dominicano!”, gritaba a todo pulmón la abuela cada vez que pasaba una de las carrozas animada por el merengue y la bachata.

“Tengo 15 años viniendo a este desfile”, dijo con euforia rodeada de sus dos hijas y sus tres nietos. “Hace cinco que me mudé a Filadelfia, pero cada año me programo para estar aquí, porque es cuando realmente me siento en mi comunidad. Con ese calor y esa hermandad que irradiamos nosotros los dominicanos, es difícil perderse este momento”, agregó.

Y quizás es cierto, además de su música y su alegría, los dominicanos mostraron este domingo que son una comunidad laboriosa y unida, que ha contribuido al desarrollo social y económico de la ciudad de Nueva York.

El toque final del desfile, lo dio el tigueraje criollo, quienes agitando cientos de banderas y a ritmo del pegado rap “Pepe, Pepe”, bailaron en medio de la algarabía, por toda la afamada avenida neoyorquina.