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domingo, 2 de mayo de 2010

CHICAGO. AP. Miles de manifestantes indignados por una controvertida ley de inmigración de Arizona —incluidos 50.000 tan solo en Los Angeles— marcharon en ciudades a lo largo del país exigiendo al presidente Barack Obama que afronte de inmediato la reforma integral federal de inmigración.
“Quiero agradecer a la gobernadora Arizona porque ha despertado un gigante dormido”, dijo el activista laboral John Delgado, quien asistió a una protesta en Nueva York, donde las autoridades calcularon que se reunieron 6.500 manifestantes.
De Los Angeles a Washington D. C., activistas, familias, estudiantes e incluso políticos marcharon, realizaron desobediencia civil y e hicieron pública su situación de ciudadanía a nombre de los derechos de los inmigrantes, incluidos los aproximadamente 12 millones que viven ilegalmente en Estados Unidos.
La policía dijo que 50.000 personas se manifestaron en Los Angeles, donde la cantante Gloria Estefan marcó el inicio de una marcha masiva hacia el centro de la ciudad. Estefan habló en español e inglés y proclamó que Estados Unidos es una nación de inmigrantes.
“Somos gente buena”, dijo la artista nacida en Cuba que transitaba sobre la plataforma de un camión. “Hemos dado mucho por este país. Este país nos ha dado mucho”, agregó.
La protesta generalizada, particularmente entre activistas defensores de los derechos de inmigrantes, ha ido en aumento desde la semana pasada cuando la gobernadora de Arizona Jan Brewer promulgó la ley.
Quienes apoyan la legislación argumentan que es necesaria porque el gobierno federal ha fracasado en asegurar la frontera, pero sus críticos aseveran que alienta el racismo y es inconstitucional.
“Es racista”, dijo Donna Sánchez, una ciudadana estadounidense de 22 años que vive en Chicago, cuyos padres cruzaron ilegalmente la frontera mexicana. “Tengo documentos, pero quiero ayudar a quienes no los tienen”, comentó.
Los organizadores calcularon que cerca de 20.000 personas se reunieron en un parque de la parte oeste de Chicago para protestar, pero la policía dijo que fueron alrededor de 8.000. El acontecimiento se asemejó a algo entre un festival familiar —con vendedores de comida empujando carretillas sobre los prados— y una protesta política con manifestantes gritando en español “Sí se puede”. Un grupo de estudiantes indocumentados estuvo de pie sobre una plataforma en el parque de Chicago y reveló su situación migratoria.
Juan Baca era uno de esos estudiantes. Baca, de 19 años, cuyos padres lo trajeron de México ilegalmente cuando tenía 4 meses de edad, dijo que ha tenido que abandonar la universidad varias veces y trabajar porque no puede llenar los requisitos para obtener ayuda financiera. “Ha sido una lucha”, comentó. “Perdí la calificación por cuatro meses.
En muchas ocasiones uno siente como que no es suficientemente bueno”, lamentó. Obama prometió en alguna ocasión afrontar una reforma de inmigración en sus primeros 100 días en la Casa Blanca, pero lo ha aplazado en varias ocasiones.
Esta semana señaló que el Congreso podría carecer de “apetito” para abordar el tema de inmigración después de atravesar un duro año legislativo. Sin embargo, Obama y el Congreso podrían abordar asuntos relacionados, como el incremento al personal y recursos para la seguridad fronteriza, en los presupuestos de gasto este año