
La desaparición de Cano se produjo el viernes en una zona montañosa del departamento del Cauca, en el suroeste de Colombia, un impacto que aceleraría el desmoronamiento del grupo rebelde aunque sin ser garantía para un avance en el anhelado camino hacia la

"Cayó el número uno de las FARC, es el golpe más contundente que se le ha dado a esta organización en toda su historia", declaró el presidente Santos en una alocución por radio y televisión desde la caribeña ciudad de Cartagena, pasada la medianoche del viernes.
Guillermo León Sáenz, más conocido como Alfonso Cano, se convirtió en el guerrillero más importante que muere en una operación militar en toda la historia de la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en medio del conflicto interno de más de 45 años que azota este país sudamericano y que cobra cientos de vida anualmente.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, informó en la madrugada del sábado que el líder rebelde murió horas antes en un combate tras un bombardeo y en momentos en que intentaba romper un cerco del Ejército Nacional para huir.
El cadáver del comandante guerrillero fue encontrado afeitado, sin la espesa barba que lo caracterizaban y sin los gruesos lentes que usaba, precisó Pinzón, quien horas antes había reportado la captura del jefe de seguridad de Cano y la muerte de otros dos guerrilleros.
La desaparición del comandante rebelde, de 63 años, se suma a otros hechos que han atentado contra el poderío de las FARC en los últimos años, cuando perdieron a varios de sus históricos e influyentes dirigentes dentro de una ofensiva de las Fuerzas Armadas colombianas con el apoyo de Estados Unidos.