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viernes, 2 de junio de 2023

 

Una mujer se debate entre la vida y la muerte, tras ser mordida brutalmente por varios perros en el interior de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Haras Nacionales, Santo Domingo Norte, donde en septiembre del año pasado, un adolescente de 14 años casi pierde sus piernas, producto de mordeduras provocadas por los mismos caninos.


La víctima, cuyo nombre no ha sido divulgado, presenta heridas profundas en sus extremidades, además, perdió parte de su rostro y cuero cabelludo, tras el ataque ocurrido la noche del pasado miércoles, por lo que tuvo que ser asistida en estado agónico, por personal del Sistema Nacional de Emergencia 9-1-1.

Testigos afirman que la joven había ingresado a los terrenos de la iglesia y al percatarse de la presencia de los caninos, trató de huir del lugar sin éxito y fue derribada por los Rottweiler propiedad del párroco Juan Bautista.Hasta el momento no se ha informado sobre el estado de salud de la joven agredida, aunque se confirmó que recibe asistencia médica en el hospital traumatológico Ney Arias Lora, con lesiones considerables en diversas partes de su cuerpo y su cara está completamente desfigurada.

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Antecedentes

Esta no es la primera vez que ocurre un hecho similar en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, dirigida por el padre Juan Bautista, ya que el cinco de septiembre del año pasado, el adolescente Enmanuel Fernández de 14 años, fue atacado por los mismos perros, cuando ingresó a la propiedad para buscar una pelota que se le había escapado desde una cancha adyacente, donde jugaba basketball con unos amigos, recibiendo mordeduras graves en sus piernas.

El ataque comprometió las extremidades inferiores del menor, quien duró varias semanas recluido en el Hospital Pediátrico Hugo de Mendoza.

En esa ocasión, familiares y vecinos de la víctima reclamaron al párroco mayor cuidado con los caninos, que presentan un comportamiento agresivo y regularmente deben estar encerrados en el patio de la iglesia.Ante ese pedido, Bautista se comprometió en tomar las medidas necesarias para prevenir nuevo incidentes, asegurando que los cuatro perros sólo se sueltan en las madrugadas para proteger la propiedad, sin embargo, sólo ocho meses después, se repite la historia.

Queja de los vecinos

Vecinos han expresado su queja por la situación que les mantiene atemorizados, asegurando que las iglesias son lugares públicos donde acuden muchas personas y que estos animales se constituyen en un peligro, incluso, para los propios feligreses, por lo que han pedido ser retirados.

Por los demás casos registrado anteriormente, el propio párroco fue llevado ante la justicia, aunque la situación se subsanó parcialmente.