SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La solución a los problemas financieros y de distribución que enfrenta el sector eléctrico en República Dominicana requerirá de una inversión sostenida de US$600 millones durante los próximos cuatro años, es decir US$150 millones anuales, dijo este jueves el Secretario de Estado de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás.
Montás dijo que una parte sustancial de estos recursos se destinarían al blindaje de las líneas de transmisión para evitar el hurto de la energía a través de las conexiones ilegales y a la adquisición por parte de las empresas distribuidoras de contadores prepago.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), facilitó un crédito al país por US$150 millones para destinarlos a estos fines, pero se requerirá de una inversión similar en los restantes tres años para que el sector logre la sostenibilidad financiera, planteó el funcionario.
“El gran problema del negocio eléctrico en la República Dominicana es que casi la mitad de la población que consume electricidad no la paga y, por tanto, se trata del negocio del capa perro. Tú coloca dos (contadores) y cobra uno y así no se logrará enfrentar el problema”, agregó.
Se estima que alrededor de 1.6 millón de hogares dominicanos son usuarios de la electricidad, pero no clientes y será necesario blindar las redes, especialmente en las zonas residenciales más vulnerables para evitar las conexiones ilegales, donde también habrá la necesidad de instalar contadores prepago, reiteró Montás.
Montás entiende que el nuevo Vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Celso Marranzini, está consciente de que tiene que crear las condiciones en estos próximos años para lograr los recursos que hagan posible el blindaje del sistema de distribución, “porque al margen de eso no habrá viabilidad del sector”.
Reconoció que se necesita de nuevas inversiones en el área de generación, pero advirtió que aún con la instalación de nuevas plantas si el sector eléctrico no es sostenible financieramente “no habrá manera de hacerlo viable”.
En una situación donde el sector siga siendo insostenible financieramente, no habrá recursos ni siquiera para darle mantenimiento a las plantas y volverán a deteriorarse como ocurrió en el pasado”, expresó Montás.
El otro problema que habrá que resolver, agregó Montás, es el costo de la tarifa que nunca ha reflejado realmente los costos del servicio “y así ningún negocio puede funcionar.
Admitió que mucha gente en este país no le gusta que le hablen del tema de la tarifa eléctrica, pero explicó que debido al hecho de que siempre se ha rehuido el meollo del problema es que el sector ha vivido permanentemente en emergencia y esta situación lo hace costoso.
Ese costo se refleja en inversiones en plantas de alto costo de generación y un subsidio del Estado al consumo para evitar que la tarifa refleje la realidad de los costos que solo el año pasado alcanzó US$1,300 millones, dijo Montás.