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viernes, 22 de enero de 2010

Pese a la esperanza de hallar sobrevivientes, la remoción de escombros con palas mecánicas está en marcha
Fenatrado contribuye con 150 camiones, muchos de ellos usados en la recolección de los materiales de edificios destruidos
viernes, 22 de enero de 2010, 08:00 a.m.
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- Pese a que para muchos de los damnificados del terremoto en Haití aún hay esperanzas de volver a ver a sus seres queridos y aún llegan las noticias de nuevos hallazgos de sobrevivientes, la remoción de escombros en el centro de Puerto Príncipe con maquinaria pesada ya está marcha.
“Aquí no puede haber nadie vivo, la gente que quedó viva pudo salir”, aseguraba a Clave Digital el dominicano Radhamés Gutiérrez Valentín, mientras una pala mecánica enviada desde el país extraía, junto con los escombros, el cadáver de un hombre para depositarlo en un camión de carga con el resto de materiales de la construcción.
Una pala mecánica de Fenatrado extrae, junto con los escombros de un edificio aledaño al Palacio Nacional, el cadáver de un hombre.
Pedro Jaime Fernández.Gutiérrez Valentín, secretario de Quejas y Conflictos de la Federación Nacional de Transporte Dominicano (Fenatrado) en Barahona, arribó desde la semana pasada a Puerto Príncipe, como parte del operativo de ese sindicado para colaborar en la remoción de escombros.
Cuando apenas habían pasado 84 horas del terremoto de 7.0 grados que devastó Puerto Príncipe y pueblos cercanos, como Carrefour e incluso Jacmel, a 40 kilómetros lineales al suroeste, los 150 camiones enviados por Fenatrado ya habían comenzado el fin de semana pasado los trabajos de remoción de escombros con maquinaria pesada en el complejo de edificios que rodeaban la entrada posterior del Palacio Nacional.
“Las primeras 72 horas (después del terremoto) son esenciales para encontrar desaparecidos”, había insistido hasta entonces el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban ki-Moon.
Ese periodo de 72 horas corresponde al tiempo que una persona puede sobrevivir sin alimentos y sin agua, “siempre y cuando se encuentre dentro de un espacio suficiente y con oxígeno entre los escombros”, explicó a su vez José Luis Flores, del sistema de Protección Civil de México, quien participaba en la búsqueda de sobrevivientes en el Palacio Nacional mientras las máquinas pesadas de Fenatrado terminaban la destrucción de los edificios aledaños.
Pero como el propio Flores lo reconoció, los milagros pueden existir: Ocho días después del terremoto, el 20 de enero, los bomberos de Bogotá y un grupo de socorristas franceses y haitianos rescataron con vida, de entre los escombros en Jacmel, a una bebé de 22 días de nacida.
El sindicalista Radhamés Gutiérrez Valentín mientras dirigía las labores de los camineros de Fenatrado en la zona 8 de Puerto Príncipe.
Un día antes, Ena Zizi, de 69 años, fue rescatada por otro contingente mexicano tras permanecer siete días debajo de los escombros de la Casa Parroquial, el edificio ubicado a un costado de la Catedral del Sagrado Corazón.
Aunque Gutiérrez Valentín, de Fenatrado, no conoce de protocolos internacional de sobrevivencia y del tiempo necesario que se debe dejar pasar antes de comenzar el derrumbe de escombres, asegura que los miembros de Naciones Unidas que laboran con los camioneros dominicanos dieron las instrucciones para derribar lo que queda de algunos edificios céntricos.
Naciones Unidas le asignó a los camioneros dominicanos, para la limpieza de escombros, la zona 8 de la ciudad, que comprende el centro de Puerto Príncipe, donde se registraron los mayores daños.
A pesar de las esperanzas de algunos para que los milagros como el de Zizi se repitan, la remoción de escombros para reconstruir Puerto Príncipe es indispensable y los camioneros dominicanos han mantenido su colaboración.