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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Con emotivas invocaciones a Dios y orgulloso de sus padres exiliados, el primer senador cubanoamericano nacido en Miami, Marcos Rubio, advirtió a su partido que la victoria electoral del martes es una segunda oportunidad para cumplir con las promesas que quedaron en el aire.
"Cometeríamos un gran error si pensamos que los resultados de las votaciones de esta noche son una acogida a los republicanos.
Lo que son es una segunda oportunidad para que los republicanos sean lo que dijeron que iban a ser no hace mucho tiempo'', afirmó Rubio en su discurso de victoria.
Rubio, un favorito del movimiento Tea Party que empezó su meteórica carrera política como comisionado de West Miami, dijo que nunca renunciará a su condición de hijo de un cantinero y una camarera.
"No importa a donde llegue o qué título puedo alcanzar, siempre voy a ser el hijo de exiliados y siempre voy a ser el heredero de dos generaciones de sueños incumplidos'', agregó.
En una espontánea intervención, el flamante senador que sedujo a miles de votantes con su promesa de poner en orden las finanzas de Estados Unidos y mostrar mano dura con el gobierno de Cuba, se comprometió a trabajar en Washington para garantizar un futuro más promisorio a las próximas generaciones.
"Esta contienda es sobre el futuro de este país, y cómo va a ser cuando nuestros hijos tengan nuestra edad'', dijo Rubio junto a su esposa de origen colombiano y sus cuatro hijos.
En una de las contiendas electorales de medio término más caldeadas de la historia de Estados Unidos, el triunfo de Rubio se sumó a una arrasadora victoria republicana que reconquistó la mayoría de la Cámara de Representantes y recuperó gobernaciones y escaños estatales claves en todo el país.
En esa ola también resultó ganador un gran amigo personal y político de Rubio, David Rivera, quien obtuvo un escaño en la Cámara de Representantes al derrotar al candidato demócrata Joe García en la batalla por el Distrito 25.
Más de 300 periodistas extranjeros y nacionales se agolparon en las instalaciones del Hotel Biltmore para reportar la victoria de Rubio, anunciada a las 8 de la noche en una pantalla gigante de una plaza del tradicional hotel de Coral Gables.
Rubio, de 39 años, fue presentado a sus seguidores por Rivera, quien se refirió al nuevo senador como "el tipo de líder de principios que necesitamos para retomar a Estados Unidos y los valores americanos''.
Decenas de seguidores cubanoamericanos acudieron al lugar para celebrar la victoria de ambos políticos.
"Siendo un hombre tan grande como es, es un hombre sencillo, soy cristiano y el representa lo que es la cristiandad'', dijo Jesús Suárez refiriéndose a Rubio. Suárez vestía con un sombrero que decía: "2012 Pennsylvania Avenue''.
"Esta es la dirección de la Casa Blanca, yo creo que el próximo presidente de Estados Unidos es nuestro joven senador'', agregó Suárez mientras una orquesta interpretaba música latina.
Rubio derrotó al gobernador Charlie Crist y así toma la silla que dejó vacante su correligionario, el también cubanoamericano Mel Martínez, de Orlando, en agosto del 2009.