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lunes, 29 de noviembre de 2010

La policía también registró total normalidad en el Complexo do Alemao
Un policía observa droga incautada en el Complexo do Alemao el domingo

RÍO DE JANEIRO.- Un día después de que la policía y el Ejército ocuparan un conjunto de favelas considerado como el búnker del narcotráfico en Río de Janeiro, la ciudad vivió hoy su primera madrugada de tranquilidad tras una semana de violencia que dejó al menos 36 muertos y 106 vehículos incendiados.
Entre la noche del domingo y la mañana de este lunes no se registró ningún ataque del crimen organizado similar a los habían causado pánico en Río de Janeiro y que motivaron a la ocupación del llamado Complexo do Alemao, informó la asesoría de prensa de la Policía Militarizada.
El Cuerpo de Bomberos de Río de Janeiro informó de que en el mismo período recibió llamadas de urgencia para atender seis casos de automóviles en llamas, pero sólo dos ocurrieron en la región metropolitana y que al parecer no están relacionados con la ola de violencia de la última semana.
La policía también registró total normalidad en el Complexo do Alemao, un área muy pobre de la zona norte de la ciudad que agrupa a quince favelas y que en las últimas tres décadas estuvo dominada por bandas de narcotraficantes hasta que ayer fue ocupada por la Policía y el Ejército, con el apoyo de blindados y helicópteros artillados.
La ocupación de las favelas, considerada hoy por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como el primer paso de una guerra contra el crimen organizado en Río de Janeiro, fue un éxito y permitió el arresto de 20 supuestos narcotraficantes y el decomiso de 40 toneladas de drogas y de 50 fusiles, según la Secretaría de Seguridad Pública.
La operación prosiguió a primera hora de hoy porque la policía se propone revisar una a una las 26,000 casas del Complexo do Alemao para buscar armas, drogas y narcotraficantes.
Los pistoleros abandonaron sus armas y prácticamente no ofrecieron resistencia a la acción policial por lo que se teme que estén escondidos en algunas de las viviendas o hayan conseguido burlar el cerco tendido desde el jueves por las autoridades.
El comandante del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) de la Policía Militarizada, coronel Paulo Henrique Moraes, dijo que 150 agentes pasaron la noche en el conjunto de favelas y otros 240 los sustituyeron hoy para proseguir la operación rastrillo.
El oficial agregó que la búsqueda de narcotraficantes seguirá aunque admitió que se teme que algunos hayan conseguido huir.
"El hecho es que intentaron huir de diferentes formas, algunos intentaron vestidos de religiosos y otros disfrazados de agentes de salud, algunos fueron capturados y de pronto algunos consiguieron escapar", dijo.
Moraes dijo que existen sospechas de que parte del grupo de pistoleros haya escapado por una red de galerías subterráneas que fue construida en la región y que ni las autoridades municipales conocen bien.
"Son galerías de aguas negras muy grandes en las que cabe una persona de pie. Fueron hechas por varias constructoras e interrumpidas varias veces, por lo que no hay ningún ingeniero que las conozca por completo", dijo.
Pese a que los habitantes del Complexo do Alemao intentaron volver hoy a su rutina, por primera vez sin el terror impuesto por el narcotráfico, las escuelas de la región permanecieron cerradas este lunes, así como la mayoría del comercio.
La secretaría de Educación de Río de Janeiro informó de que el reinicio de las clases en las escuelas de la región será decidido este lunes por el gobierno municipal.