Las lluvias, que se han registrado en siete de los diez departamentos del país, pero con especial virulencia en el oeste, han dejado además 19,000 personas desplazadas y 37,000 más afectadas de uno u otro modo.
De acuerdo con el informe del Departamento de Protección Civil (DPC) de Haití, el número de fallecidos aumentó este lunes a 30, el doble de los reportados la víspera.
Asimismo, el organismo elevó a nueve el total de desaparecidos, mientras que cifró en 7,475 las familias afectadas y en 13,000 las personas desplazadas.
Los aguaceros torrenciales han afectado considerablemente al sector agrícola y causado daños a centros de salud, carreteras y puentes, lo que dificulta la asistencia a los afectados, según Protección Civil.
La OCHA subrayó la gravedad de lo sucedido en un momento en que la temporada de huracanes -siempre muy activos en el mar Caribe- ni siquiera ha empezado y cuando Haití se enfrenta a una larguísima crisis humanitaria agravada por un brote de cólera.
Del Plan de Respuesta Humanitaria diseñado por la OCHA para atender a la población haitiana, cifrado en 720 millones de dólares, solo se ha recolectado hasta el momento una quinta parte, lo que deja en extrema vulnerabilidad a la mitad de la población haitiana que necesita ayuda humanitaria.
Pero además, la fragilidad política en el país, con áreas enteras que escapan a la autoridad del gobierno y están virtualmente bajo el control de pandillas, hace que la ayuda no pueda llegar a numerosas provincias por falta de seguridad.