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viernes, 25 de mayo de 2012

Consumada la derrota de Hipólito Mejía por el voto del 51,2% de los dominicanos que acudieron a las urnas el pasado domingo, el hoy ex candidato arremete sus cañones contra el presidente del PRD, Miguel Vargas, en una vendetta que procura cobrarle el revés electoral y desplazarlo de la dirección del partido.
La pugna entre Hipólito y Miguel explotó con toda intensidad tras el resultado de las primarias del PRD en que los miguelistas aseguraron que Mejía ganó por el voto ilegal de peledeístas en las votaciones internas del partido blanco, pero se atizó a finales de año, cuando Hatuey tras asumir la dirección política de la campana hipolitista y enrostrara a Vargas que no se integrara al proselitismo por su partido, a lo que el presidente de la organización dijo que no se subiría en una patina a vocear ni cogería una escoba para barrer a los contrarios, como le reclamaba Hatuey.

El pleito de Hipólito contra Miguel era la 'crónica de una muerte anunciada', y asomó apenas 48 horas después de concluir las votaciones del domingo y en el mismo pronunciamiento donde Mejía trataba de justificar la derrota electoral, al indicar que se constituía en 'líder de la oposición' como una forma de intentar 'apartar' a Miguelito del camino y liderazgo político como presidente del PRD.

"A la luz de lo dicho, y ante la realidad de que más de dos millones de dominicanas y dominicanos desafiaron el poder absoluto y depositaron su voto a favor de nuestra candidatura, asumo mi rol de líder de la oposición en defensa del interés nacional y la preservación de la paz y la tranquilidad de la familia dominicana", dijo Hipólito este martes en su discurso a la nación.

Pero Miguel no se quedó atrás, y minutos después de esa declaración de Mejía distribuyó una declaración a la prensa, en que indicaba que superado el proceso electoral, el PRD "se apresta a hacer una firme y responsable oposición al nuevo Gobierno, que sirva para hacer efectivas reformas estructurales, urgentes y profundas que contribuyan a relanzar el desarrollo económico, social e institucional del país".

No pocos dirigentes del equipo de campaña de Hipólito han culpado públicamente a Miguel Vargas de la derrota electoral, llegando a calificar de 'traidor', 'vergüenza del PRD', y quien 'tendrá que pagar caro' el revés del partido en los comicios del domingo.

Miguel no se sumó a la campaña de Hipólito, pese al pacto de 'integración' decidido en la cúpula del partido y su gesto principal lo realizara, con mucho tacto, la tarde del domingo, alrededor de las 5:40 de la tarde, cuando al acudir a ejercer el voto lo hizo de manera pública, marcando la casilla 1, sobre la cara de Hipólito, y declarando a los periodistas inmediatamente después que votó "lógicamente como siempre lo he hecho, institucionalmente, por mi partido".

Con ese voto público, a esa hora, enjuician los hipolitistas que Miguel trató de dar la sensación de que es un hombre institucionalista, del partido, pero que en ese momento ya no mandaba una señal a sus seguidores, dentro del PRD, para que hicieran lo mismo. Los hipolitistas aseguran que 'la gente de Miguel' –a quien antes no atribuían una cuantía importante- habría recibido la 'línea' de votar por el Bloque Institucional (BIS) –una organización que es un desprendimiento del PRD y que dirige José Frank Peña Guaba, hijo de Peña Gómez, pero que era aliado al PLD en las pasadas votaciones.

Lo que dijo Miguel

"Esta noche, superado el proceso electoral, esta organización se apresta a hacer una firme y responsable oposición al nuevo Gobierno, que sirva para hacer efectivas reformas estructurales, urgentes y profundas que contribuyan a relanzar el desarrollo económico, social e institucional del país.

El PRD mantendrá su coherencia, y a través de su bloque congresual y el empuje de los gobiernos municipales, desplegará el grueso de sus acciones políticas.

Nos abocaremos a la realización de una amplia consulta nacional que nos permita revisar todo el proceso recién transcurrido, para hacer los ajustes metodológicos y estratégicos que culminen en un relanzamiento de nuestros programas de trabajo para hacer más eficientes y exitosas las acciones políticas de nuestra organización.

Conocidos los resultados oficiales de la Junta Central Electoral sobre las elecciones del pasado domingo, y aceptados por el candidato presidencial de nuestro partido de las elecciones recién pasadas, el PRD ratifica su reconocimiento a la demostración de civismo ofrecida por el pueblo dominicano en este proceso.

Esta felicitación es especialmente dirigida a todo el electorado perredeísta, que con la firmeza de nuestros votos blancos pusimos en alto la gallardía con que el PRD siempre ha sabido defender los valores representados en la bandera blanca de la esperanza nacional.

Este proceso deja lecciones muy importantes para el partido, porque subraya la responsabilidad que les otorga el pueblo, de seguir siendo la principal fuerza política del país, condición alcanzada desde las elecciones del 2010, para mantenernos como el instrumento capaz de contener y evitar los excesos en que pueda incurrir el gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, dado el control que ejercen en la mayoría de los poderes del Estado.

Si bien las elecciones han mostrado avances significativos en nuestro sistema electoral, no es menos cierto que el proceso mostró vicios inaceptables para el nivel de desarrollo democrático a que aspira la sociedad dominicana y que nos supone la comunidad internacional".

La declaración de Hipólito

"Dominicanas y dominicanos:

Tuve la honra y el honor de representar como candidato a la Presidencia de la República, al Partido Revolucionario Dominicano y a los partidos Movimiento Democrático Alternativo, Revolucionario Social Demócrata, Demócrata Institucional, Humanista Dominicano y Alianza Social Dominicana, así como a cientos de movimientos de apoyo, organizaciones religiosas y de ciudadanos independientes.

Durante todo ese proceso, competí en buena lid y me empeñé en hacer que mi candidatura resultara ganadora, ya que la misma representaba las más legítimas aspiraciones del pueblo dominicano.

Los resultados del proceso electoral que acaba de concluir, han confirmado mi denuncia a lo largo de la campaña de que estábamos asistiendo a los comicios más desiguales que recuerda la República Dominicana desde la dictadura de Trujillo.

En los días previos al proceso y durante el desarrollo de las elecciones, la opinión pública pudo ser testigo de múltiples atropellos de las fuerzas del gobierno contra muchos de mis seguidores.

Entre esas violaciones podemos señalar las siguientes: El uso abusivo e indecente de los recursos del Estado en franca violación de la Constitución y las leyes del país.

La abstención inducida mediante la compra masiva de cédulas, compra de voluntades y la intimidación de la población para que no acudiera a votar.

El apresamiento de dirigentes opositores, en violación a los derechos civiles y políticos.

El control abusivo de los medios de comunicación.

También vimos con indignación la intromisión descarada del Presidente de la República en la campaña electoral y en las decisiones del Tribunal Superior Electoral, para anular alianzas de partidos que apoyaban nuestra candidatura.

Así como el papel parcializado del presidente de la Junta Central Electoral en violación a la ley y los reglamentos que norman la organización del proceso electoral.

Estos hechos constituyen un retroceso a la época de los gobiernos totalitarios.

A pesar de que competimos en condiciones muy desfavorables, el Partido Revolucionario Dominicano y sus aliados recibieron una alta votación que nos llena de orgullo.

Ese hecho reafirma al Partido Revolucionario Dominicano como la principal fuerza política del país.

Doy las gracias a los partidos aliados, a los reformistas que militantemente apoyaron nuestra candidatura, al sector externo, y en especial a mis compañeras y compañeros del Partido Revolucionario Dominicano, por su espíritu de lucha y por la valentía con que se enfrentaron a toda suerte de manipulaciones y tentaciones, demostrando así su lealtad y amor a los principios y valores en que descansa nuestra organización política y el legado del doctor José Francisco Peña Gómez.

Del mismo modo, agradezco a la entidad Ciudadanos por la Democracia y a las organizaciones religiosas, comunitarias y de la Sociedad Civil que confiaron en nuestras propuestas para adecentar la política y trabajar por el bien común.

Quiero decir con toda claridad y firmeza que los resultados ofrecidos al país por la Junta Central Electoral son el producto de la manipulación y el abuso de poder y no la expresión de la voluntad libérrima del pueblo, lo que es inaceptable para un demócrata como yo.

A la luz de lo dicho y ante la realidad de que más de dos millones de dominicanas y dominicanos desafiaron el poder absoluto y depositaron su voto a favor de nuestra candidatura, asumo mi rol de líder de la oposición en defensa del interés nacional y la preservación de la paz y la tranquilidad de la familia dominicana.

Por eso, hago un llamado a la unidad de todos los dominicanos y dominicanas para que trabajemos juntos por el fortalecimiento del sistema democrático, por la aprobación de la Ley de Partidos Políticos y de una nueva Ley Electoral, porque con eso garantizaremos que esta será la última vez que se vulnere la voluntad del pueblo.

Que Dios nos bendiga a todos y todas".