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lunes, 12 de octubre de 2009

SANTO DOMINGO, República Dominicana. - El martes pasado, a un año y 10 meses de haberse concluido el anterior programa, República Dominicana y el Fondo Monetario Internacional firmaron, a nivel técnico, la carta de intención de un nuevo acuerdo Stand By.

Al igual que con el programa de enero de 2005 a enero de 2008, bajo el cual se realizaron tres reformas tributarias, sobre el presente surge la duda de si en “las letras pequeñas” del acuerdo se incluye el compromiso de aumentar los impuestos.

"LA REFORMA TRIBUTARIA ESTARÁ EN LAS LETRAS PEQUEÑAS DEL ACUERDO"
Arturo Martínez Moya, Economista

1.

¿Qué se espera de otro acuerdo con el FMI?
El FMI firmará un acuerdo fácil con República Dominicana, porque no hará las exigencias del pasado, como tener un equilibrio presupuestario, reducir el déficit fiscal. En 2009 y 2010 estimo que habrá un déficit de 5% a 6% del PIB. Los ingresos han caído totalmente. Los gastos también, pero hay una proyección de gastos en diciembre que son extremos, además de una serie de compromisos que tiene el Gobierno, y que no lo paga, incluyendo los RD$15 mil millones que tiene que dar al Banco Central.

2.

¿Cuál sería el panorama del 2010?
El Fondo va aceptar el déficit fiscal. En condiciones normales no lo aceptaría, exigiría medidas concretas como reducir gasto, cortar nominillas, aumentar los impuestos. Pero ojo: el grave problema es el exceso de endeudamiento en que estará incurriendo el Gobierno y que el FMI permitirá. Lo permitirá porque eso conlleva una reforma tributaria el próximo año. Para cumplir con la deuda, el Gobierno va a tener que buscar más dinero, y va a tener que elevar el ITBIS.

3.

Eso debería quedar registrado en el acuerdo.
Lo va a incluir, pero no de una manera explícita, sino como un compromiso indirecto del Gobierno de buscar fondos. Se verá dentro de las letras pequeñas del acuerdo. Ese endeudamiento, con los impuestos vigentes, no es sostenible.

4.

¿Se elevará el gasto con más deuda?
El Fondo no desembolsa para apoyo presupuestario, sino para las reservas del Banco Central, pero que indirectamente permite liberar recursos por otro lado para gastar. Para apoyo presupuestario están los recursos del Banco Mundial y del BID.

En estos momentos los nuevos bonos por US$1,000 mil millones se venden fácil, porque el riesgo país ha mejorado bastante. Pero el problema será cómo se pagará eso. A una tasa de 12%, significa US$120 millones anuales, que si se multiplica por una tasa de cambio de 36, significa RD$5,000 millones que el Gobierno tendría que buscarlo en una reforma tributaria.

La Carta, firmada en Turquía, en el marco de la reunión anual del FMI y del Banco Mundial, implica desembolsos por US$1,700 millones (equivalente a 1,090 millones de derecho especial de giro, el 500% de la cuota) durante los dos años y medio de vigencia del acuerdo, revela Dominique Strauss-Kahn, director gerente del FMI, en un comunicado del 6 de octubre.

Producto de la actual crisis económica, y en reconocimiento de la fuerte caída de los ingresos del Gobierno durante 2009, el FMI acepta que el país registre un déficit primario de 0.8% del PIB este año (resultado de restar los ingresos y los gasto sin los intereses de la deuda). En cambio, para 2010 espera que se reduzca a cero, y que para 2012 se transforme en un superávit primario de 2%. Así, el Fondo busca garantizar que el país cumpla con las obligaciones de la deuda pública.

Como es su costumbre, el FMI plantea la necesidad de “un programa ambicioso de reformas estructurales”. Era previsible que la lista la encabece las “mejoras de la administración tributaria y una drástica reducción y racionalización de las exenciones tributarias”, seguido de las “reformas del sector eléctrico”.

También plantea un “afianzamiento de la supervisión bancaria”, “la implementación de un marco de metas de inflación” y “una estrategia de desarrollo de los mercados de capital nacionales y de la gestión de la deuda”. La preocupación del FMI en el aspecto fiscal se conecta con su “aviso de información publicación” del 14 de enero de 2008 (PIN No. 08-22) donde da por concluida la consulta del artículo IV de 2008 para República Dominicana y donde evalúa los resultados del programa Stand By de 2005.

En ese documento, los Directores del FMI consideraron que en el mediano plazo, el “principal reto de política fiscal” será aumentar y focalizar el gasto social, y generar superávit primarios “para reducir la carga de la deuda pública consolidada a niveles similares a los de antes de la crisis”. Además, propusieron reformas para ampliar la base impositiva, principalmente racionalizando las exoneraciones tributarias y limitar los subsidios de energía pobremente diseñados.

También hicieron un llamado que no fue escuchado por el Gobierno: un “control firme del gasto público durante el período electoral venidero”. En ese año de elecciones presidenciales, por efecto de la expansión del gasto público por motivos político-electorales en el primer semestre, el déficit del Gobierno central se acercó a los RD$54 mil millones.

Fondos frescos. Al igual que el de 2005, este nuevo acuerdo con el FMI es bienvenido entre sectores empresariales y economistas. Se confía que sobre la economía dominicana irradie la confianza que necesita para impulsarse hacia recuperación. Y el Gobierno espera que despeje el camino para la llegada de fondos frescos provenientes de nuevos endeudamientos con los organismos multilaterales y con los mercados de capitales.