El sacerdote católico explicó que el templo parroquial fue violentado por delincuentes al menos cada 30 días durante los últimos 12 mesesSAN CRISTÓBAL.- La iglesia católica Nuestra Señora de la Consolación, en San Cristóbal, ha sido profanada en doce ocasiones, según lo denunció su párroco Miguel Ángel Isaurris.
El sacerdote católico explicó que el templo parroquial fue violentado por delincuentes al menos cada 30 días durante los últimos 12 meses.
"Ni la casa de Dios respetan los delincuentes. Se llevaron los abanicos y los equipos de sonido. Y en el templo de Haina robaron cuatro veces en un solo día y de allí se llevaron hasta la hostia", relató evidentemente molesto el religioso.
Dijo que en el destacamento de la policía, a menos de 200 metros de su iglesia, están las querellas de cada una de las veces que los ladrones robaron en el templo.
El religioso relató que hace poco dos individuos, a plena luz del día, fueron sorprendidos cargando con parte de las verjas perimetrales del templo sobre sus hombres, pero que lo que más le indignó es que él y los responsables del robo salieron juntos del Palacio de Justicia.
"Y no estamos conformes con el papel de las autoridades para combatir el problema. Está claro que los ciudadanos estamos perdiendo la credibilidad en las instituciones a todos los niveles, policías, jueces y políticos"
El sacerdote Miguel Ángel se quejó, según él, en San Cristóbal se exhiben muy pocos avances en la lucha contra la delincuencia, el sicariato y el crimen organizado en sentido general
"Ya estamos cansados de esta situación. De todos modos, son los ciudadanos las verdaderas víctimas de los violentos y en defensa de la paz de nuestro pueblo vamos a marchar todos los sectores juntos este domingo 30 de octubre a partir de las nueve de la mañana, esperamos que los medios de comunicación nos respalden, San Cristóbal necesita en estos momentos de sus buenos ciudadanos".
El sacerdote atribuyó el alto índice de delincuencia, en parte, a la venta de drogas. Dijo estar seguro de que la inseguridad se ha convertido en un problema para los Sancristobalences de primer orden.
