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viernes, 10 de diciembre de 2010

NACIONES UNIDAS.- El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas Ban Ki-moon instó a los líderes de las empresas mundiales a denunciar la corrupción y adoptar prohibiciones estrictas contra este mal que amenaza el desarrollo, la democracia y la estabilidad.

Su llamado realizado el jueves durante el Día Internacional contra la Corrupción fue retomado más tarde por el secretario de justicia estadounidense Lanny Breuer que citó estimaciones del Banco Mundial sobre que más de un billón de dólares en sobornos se pagan en el mundo cada año, "lo que nos lleva a lo que algunos expertos han estimado como un impuesto de 20% sobre la inversión extranjera".

El comunicado de Ban y el discurso de Breuer durante un acto de la ONU para conmemorar el día subrayaron la importancia del sector privado en el combate a la corrupción.

Un comunicado conjunto emitido por la iniciativa de la ONU en colaboración con empresas Pacto Mundial, la Cámara Internacional de Comercio, Transparencia Internacional y el Foro Económico Mundial pidió al sector privado combatir la corrupción argumentando que un "negocio limpio es un buen negocio".

El documento menciona estimaciones del Banco Mundial sobre el costo de la corrupción, que cada año es igual a más de 5% del PIB mundial, una cifra de cerca de 2,6 billones de dólares. También señala que la corrupción suma hasta 10% de los costos totales de la realización de negocios a nivel mundial y hasta 25% de la procuración de contratos en los países en desarrollo.

El secretario general dijo que la Convención de la ONU Contra la Corrupción, que ha sido ratificada por 148 países desde que fue adoptada por la Asamblea General en 2003, ha ayudado al sector público a lograr un progreso en la lucha contra la corrupción. Agregó que el establecimiento de un proceso de revisión para identificar las diferencias entre las leyes nacionales contra la corrupción y las prácticas es un "avance mayor que puede ayudar a los gobiernos a terminar con los sobornos y la malversación de fondos públicos".

"Pido a los líderes de las empresas mundiales denunciar la corrupción y apoyar sus palabras con prohibiciones estrictas contra ella", dijo Ban.

"Deben adoptar políticas contra la corrupción de acuerdo a la Convención de las Naciones Unidas y aportar los fondos necesarios para fortalecer la integridad y la transparencia", agregó.

Breuer dijo que a pesar del progreso que se ha logrado desde el 2003 la corrupción "sigue siendo un problema mundial que afecta a los países ricos y pobres", y "tiene un efecto especialmente negativo en las economías emergentes", donde el abuso de poder para obtener ganancias personales significa que las carreteras y las escuelas no se construyen y no se pueden brindar servicios públicos".

"Además, la corrupción es un 'crimen de acceso', que permite que el dinero de lavado, la violencia de las pandillas, el terrorismo y otros delitos prosperen", agregó Breuer. "En resumidas cuentas, la corrupción es un cáncer que avanza lentamente en nuestra sociedad".