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lunes, 20 de julio de 2009

Para la directora ejecutiva del ICED, Orlidy Inoa, las consecuencias de la violencia armada están estrechamente ligadas al deficiente control de la proliferación de armas de fuego.
Yajaira Figari
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-En los últimos años las muertes provocadas por la violencia armada han aumentado significativamente. Durante el período enero-septiembre de 2008 se registraron 1,807 homicidios de los cuales 1,339 fueron provocados por armas de fuego. Esta cifra estimuló a que durante ese año la tasa de homicidios aumentara de 20.5 a 25.3 por cada 100 mil habitantes.Sin embargo, el 74.1% de las defunciones corresponden a homicidios que no estaban relacionados directamente con la delincuencia, sino más bien, a conflictos interpersonales de acuerdo con las estadísticas de la Procuraduría General de la República sobre muertes violentas.Para la directora ejecutiva del Instituto Caribeño para el Estado de Derecho (ICED) y especialista en Derecho Penal, Orlidy Inoa, las consecuencias de la violencia armada están estrechamente ligadas al deficiente control respecto a la proliferación de armas de fuego en manos de la población civil y a la facilidad con que las obtienen.En su informe sobre Armas de Fuego y Desarrollo, presentado el pasado mes de junio en el marco de la Semana de Acción Mundial Contra la Violencia Armada, Inoa indica que en los últimos 12 años la República Dominicana importó unos US$55 millones en armas y municiones.La llamada “industria del miedo” produce altos gastos en seguridad pública y privada, y elevados costos al sistema de salud. Asimismo, la proliferación descontrolada de armas de fuego aumenta la victimización de las mujeres y fomenta la desigualdad de género.“Los números nos indican que los ciudadanos que han decidido armarse para su supuesta defensa son los que producen, en el 65.49% de los casos, las muertes violentas por impactos de bala”, indicó.Inoa propone que para disminuir el número de incidentes relacionados con el porte y tenencia de armas, es necesario modificar la Ley 36-65, ya que, a su juicio, es sumamente permisiva y no contempla lo referente al comercio, la transferencia y el rastreo de las armas tanto legales como ilegales.¿Qué le motivó hacer este estudio?El ICED es una organización de la sociedad civil que busca promover proyectos e iniciativas que fortalezcan el estado de derecho y la democracia en el país. Uno de los ejes estratégicos en que centramos nuestro trabajo es el tema de la violencia armada y la seguridad ciudadana.Específicamente, como investigadora titular de la institución tengo ya dos años investigando todo lo que tiene que ver con violencia armada en el país y seguridad ciudadana, porque violencia armada es un componente dentro de las políticas que tienen que ver con seguridad ciudadana y desde el ICED tengo el mismo tiempo de experiencia en la Coalición Latinoamericana para la Prevención de la Violencia Armada (CLAVE). Duré un año en la coordinación de la coalición y en la actualidad somos miembros titulares de la coalición.En el informe de control de armas, usted hace un análisis comparativo del nivel de violencia armada en República Dominicana, Cuba, Haití y Puerto Rico. ¿Cuáles conceptos aborda en el estudio y cómo fue la investigación?
Orlidy Inoa
Hicimos ese estudio para comparar las legislaciones de control de armas en el caribe, básicamente los componentes que tienen que ver con las licencias de porte y tenencia de armas, fabricación de armas, todo lo que tiene que ver con el comercio, importación, intermediación, básicamente ver en qué estado se encuentran las legislaciones en el caribe. Un análisis comparativo de lo que contemplan esas legislaciones. Se realizó en junio del 2008.Resulta preocupante que, de acuerdo con estadísticas, el 65% de los dominicanos tiene por lo menos un arma y que la mayoría de los homicidios son como resultado de conflictos interpersonales. ¿Sería conveniente desarmar a la población en un momento en el que el nivel de delincuencia en la RD parece seguir en aumento?Esos resultados están plasmados en un informe que publicó la Secretaría de Interior y Policía donde señalan que el 65% de las víctimas por armas de fuego correspondían a víctimas por conflictos interpersonales (conflictos entre personas). Esos fueron datos sumamente reveladores porque nadie tenía el dato exacto de cuál es el impacto real de las armas de fuego en la sociedad.Muchos dicen que las armas de fuego son un instrumento para la defensa, sin embargo, en ese informe se señala lo contrario y lo demuestra. Existe un componente cultural, es decir, nuestra sociedad de alguna manera ha aprendido conductas violentas, la cultura del machista, del hombre proveedor, son cosas que forman parte de la cultura y se van aprendiendo desde la infancia. Desaprender esa cultura es un proceso grande que tiene que darse en la sociedad.Yo creo que los cambios no se dan de la noche a la mañana, son procesos lentos porque estamos hablando de cambiar una cultura enraizada en el ciudadano dominicano de violencia, de resolver la violencia con más violencia, entonces esos son procesos lentos que de la noche a la mañana no podemos hacerlo. Creo que lo primero es hacer políticas que contemplen una mayor regulación de la legislación de las armas de fuego y al mismo tiempo políticas que se encaminen a encarar esos factores que generan la criminalidad y la delincuencia.¿Qué opina sobre la prohibición del porte de armas en las calles y centros de diversión?
Orlidy Inoa
de acuerdo, porque desde el mismo momento en que alguien sale a la calle con un arma y se presenta cualquier situación lo más probable es que se utilice el arma. En mentira que el ser humano se controla en situaciones extremas de ira. Hay situaciones que nos llevan a actuar de forma violenta y si tenemos un instrumento que lo que hace es matar a un ser humano pues, obviamente se va a usar.Recientemente en Ecuador el Ministerio de Defensa aprobó la prohibición del porte de armas de fuego porque ya se ha analizado cuáles son las consecuencias de andar con armas de fuego y portarlas en público.Usted propone que se modifique la Ley de Porte y Tenencia de Armas. ¿Cuáles puntos considera que deben ser modificados para que disminuya el número de muertes violentas?La Ley 36-65 es sumamente permisiva, y es obsoleta porque en un tiempo cumplió su misión pero ya la sociedad ha avanzado mucho y ha cambiado bastante. Creo que debe modificarse sobre todo el tema de las licencias. Hay que establecer la diferencia entre porte y tenencia. Restringir las licencias de porte o eliminarlas. Si alguien necesita un arma para su negocio o empresa, pues que la tenga en su lugar de trabajo pero no en la calle. La ley no contempla nada del propio comercio, de la transferencia de armas, rastreo, licencias para importar en todas sus categorías, perseguir al comprador, intermediarios, etc. Respecto a la violencia de género, en días pasados Clave Digital publicó un artículo sobre los casos de feminicidios y mujeres que han sido abusadas por sus esposos. De manera específica señala el caso de los militares y agentes policiales que, sin importar el rango, ejercen la fuerza bruta sobre las mujeres. ¿Cuál es su valoración sobre el manejo que le dan a estos casos los organismos judiciales?
Orlidy Inoa
violencia de género cae dentro de lo que es la acción pública y estancia privada o lo que se conoce por golpes y heridas. De ahí que se ha generado toda una discusión de reforma al código por ese tema y calificarlo como Acción Pública. Creo que el problema comienza ahí, porque como se trata de acción pública a estancia privada en cualquier momento la víctima puede retirar la querella porque tiene la facultad y en ese caso el Ministerio Público desiste de continuar la acción penal. Creo que ese es el principal problema y que debe ser de acción pública independientemente si la víctima retira o no la denuncia por las consecuencias que implica en la sociedad. ¿Qué tanto afecta a las mujeres el que haya un arma de fuego en el hogar?Las mujeres son muy vulnerables a la violencia armada. IANSA 2005 realizó un estudio que se llama “El impacto de las armas en la vida de las mujeres” en el que revela que las mujeres tienen 172 veces más chance de morir a balazos cuando hay un arma en el hogar. Eso es alarmante, cuando se supone que esa arma está en el hogar para “defenderse de los delincuentes”, pero las mujeres y los niños se encuentran en una situación de mucha vulnerabilidad.