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viernes, 24 de julio de 2009

Al volante de un todoterreno que encabezaba una caravana de automóviles, Zelaya partió en dirección a Estelí, localidad a 149 kilómetros de Managua donde decidirá por qué punto fronterizo entrará a Honduras este viernes.
Manuel Zelaya, acompañado por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió a las fuerzas militares de su país no impedir su retorno.
BOGOTÁ, EFE.- Acompañado del canciller venezolano, Nicolás Maduro, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, emprendió este viernes viaje desde Managua para intentar un nuevo regreso a su país, mientras crecen las voces para que las partes enfrentadas no abandonen la búsqueda de una solución pacífica a la crisis.
Al volante de un todoterreno que encabezaba una caravana de automóviles, Zelaya partió en dirección a Estelí, localidad a 149 kilómetros de Managua donde decidirá por qué punto fronterizo entrará a Honduras este viernes, subrayó Elisabeth Sierra, portavoz de la embajada de Honduras en Managua.
Además de Maduro, Edén Pastora, el "Comandante cero" de la revolución sandinista, y varios periodistas acompañan a Zelaya en este viaje, calificado de "apresurado" por el secretario general de la OEA y de "poco prudente" por el Gobierno de Estados Unidos.
En Honduras, los seguidores de Zelaya también comenzaron a movilizarse hoy hacia puntos fronterizos con Nicaragua para recibirle, lo que ha llevado al establecimiento de "minuciosos registros" de los vehículos que circulan en esa dirección, dijo a Efe el dirigente campesino Rafael Alegría.
Alegría señaló a Efe que tiene información de que unas 40 personas al parecer fueron detenidas hoy en la carretera entre Tegucigalpa y el punto fronterizo de Las Manos.
Tras conocerse los planes de Zelaya, las nuevas autoridades hondureñas, en el poder desde el 28 de junio, anunciaron que el toque de queda vigente en todo el país desde las 19.00 hora local (01.00 GMT) hasta las 06.00 hora local (12.00 GMT) se adelanta desde este viernes una hora (18.00 hora local) en la frontera con Nicaragua.
Además, las Fuerzas Armadas de Honduras advirtieron de que no se responsabilizan de la seguridad de Zelaya, quien dijo que el máximo jefe militar del país, el general Romeo Vásquez, sería el culpable si él fuese asesinado a su regreso.
"No podemos responsabilizarnos por la seguridad de personas que, por fomentar la violencia generalizada en el país, están sujetos a ser atacados, inclusive por sus mismos partidarios, con el exclusivo propósito de constituirlos en mártires", señaló un comunicado del Ministerio de Defensa, del que dependen las Fuerzas Armadas.
Antes de partir hacia Estelí, Zelaya pidió a las fuerzas militares hondureñas no impedir su retorno al país, rendir sus fusiles y someterse a su autoridad.
"Que las Fuerzas Armadas, especialmente su cúpula militar, vean que está su pueblo y que está su presidente, el comandante general de las Fuerzas Armadas y ellos (el Ejército) rindan sus fusiles y se sometan a la autoridad que el pueblo escogió", dijo Zelaya ante la prensa internacional en la embajada de Honduras en Managua.
El viaje de Zelaya, que ya intentó sin éxito regresar a Honduras una semana después de su derrocamiento, esa vez a bordo de un avión venezolano, se produce cuando aun está sobre la mesa una nueva propuesta del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien ha actuado como mediador entre las dos partes enfrentadas en Honduras.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, pidió tanto a Zelaya como al nuevo Gobierno de Roberto Micheletti, designado presidente por el Congreso, que elijan el camino de la reconciliación y respondan "positivamente" y "pronto" a la nueva propuesta de Arias.
"Un rechazo (a la propuesta) abre el camino de la confrontación. No queremos este camino", indicó Insulza.
La nueva propuesta, denominada Acuerdo de San José, contempla la formación de un Gobierno de unidad encabezado por Zelaya, el adelantamiento de las elecciones de noviembre a octubre y la creación de una comisión de la verdad.
Para el secretario general del organismo interamericano, es un plan "equilibrado" que "permite restablecer la normalidad democrática en Honduras".
Sin embargo, el depuesto presidente ha dado por "fracasado" el proceso, mientras que el Ejecutivo de Micheletti ha dicho que "sigue abierto al diálogo", aunque no está dispuesto a que Zelaya vuelva al poder, uno de los puntos del Acuerdo de San José.
Estados Unidos también espera que Zelaya y Micheletti respondan "lo antes posible" a la nueva propuesta de Arias.
"Creemos que lo que el presidente Arias ha presentado es un buen paso hacia adelante para resolverla pacíficamente y restablecer la democracia y el orden constitucional en Honduras", dijo el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Philip Crowley.
Una de las consecuencias inmediatas que tendría aceptar el plan, dijo Crowley, sería el acceso inmediato a la cooperación internacional que fue suspendida tras el golpe.
Al igual que Insulza, Crowley se mostró contrario a que Zelaya intente regresar a Honduras antes de que se llegue a un acuerdo.
"Cada paso que de cada una de las partes directamente, o de otros países del área, cualquier paso que pueda añadir un riesgo de violencia en Honduras o en el área sería poco prudente", afirmó.
En Asunción, donde hoy se reunieron altos funcionarios del Mercosur como paso previo a la cumbre presidencial de mañana, en la que también participarán países suramericanos de fuera del bloque, la delegación venezolana manifestó su convicción de que el diálogo está finiquitado.
"El diálogo terminó, el proceso de mediación terminó", señaló Isabel Delgado, coordinadora de Venezuela en el Mercosur, mientras se discutían los términos de una declaración sobre Honduras en la que Uruguay, Colombia y Chile querían que se incluyera un respaldo expreso a la mediación del presidente costarricense.
Finalmente, los miembros del bloque y sus países asociados acordaron esperar hasta este viernes para tener mayor información sobre la evolución de los acontecimientos en Honduras, para poder así consensuar la declaración presidencial.
En cualquier caso, el Mercosur reiteró hoy que no reconocerá el gobierno de facto en Honduras ni ningún otro tipo de "aventura golpista", según el canciller paraguayo, Héctor Lacognata.