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jueves, 9 de julio de 2009

Recomiendan cómo vestirse, alimentarse y ejercitarse en los días más calurosos del verano.
Yajaira Figari
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Pese a que las muertes y enfermedades relacionadas con el calor son prevenibles, durante los meses de verano aumenta de forma significativa el riesgo de padecer complicaciones cardiovasculares, cerebrales y respiratorias, si no se toman las medidas de precaución para contrarrestar las altas temperaturas.
El fuerte calor asociado a la humedad atmosférica y a la tensión emocional provocada por los apagones podrían convertirse en un factor peligroso para la salud, sobre todo si no se toman las debidas precauciones para combatirlo.
Las personas envejecientes, las que padecen enfermedades preexistentes como hipertensión, diabetes, problemas coronarios, las que han padecido de apoplejías (derrame cerebral) y las que están expuestas a ambientes calurosos son los más susceptibles a sucumbir al calor.
Ante cualquier síntoma es necesario acudir de inmedianto al hospital.
Clave Digital / ArchivoDe igual forma, sufren los efectos del calor los niños menores de un año porque se deshidratan rápido, lo que les puede provocar hipotensión (cuando la presión sanguínea es mucho más baja de lo usual).
Sin embargo, de acuerdo con el cardiólogo Ernesto Díaz Álvarez, subdirector del Instituto Dominicano de Cardiología, los pacientes ancianos son los más propensos a padecer trastornos asociados a las altas temperaturas del ambiente porque no pueden discernir cuándo tienen o no calor.
“Existe un fenómeno denominado termodilución que en los pacientes muy ancianos está deteriorada. Entonces, los pacientes no saben si tienen calor y eso permite que la temperatura muy fuerte les afecte más”, explicó Díaz Álvarez.
El calor produce insomnio, sofocación, fatiga, deshidratación, cansancio, mareos, dolor de cabeza, vómitos, sudor copioso y desmayos, y además representa una amenaza latente para los que padecen de hipertensión arterial porque aumenta las probabilidades de que se produzca un paro cardíaco, sobre todo si la persona ha sido sometida a fuertes períodos de estrés.
Por otra parte, según explicó Díaz Álvarez, resulta favorable para el cuerpo practicar ejercicios y caminatas cada día, siempre y cuando se realicen con ropa fresca y a tempranas horas de la mañana o por la noche.
Pero durante el verano, cuando los deportistas se someten a exceso de calor pueden desarrollar una arritmia cardíaca producida por la pérdida de potasio, lo que aumenta el riesgo de morir de forma súbita.
“El calor produce vasodilatación y al producirla en el cuerpo la persona tiende a caerle la presión. Son personas que se deshidratan porque hacen ejercicios en horas inadecuadas y con ropa inadecuada y lo que es peor, hacen esfuerzos que no están acostumbrados hacerlos”, indicó.
Al precisar que la temperatura corporal normal es de 38 grados Celsius, el galeno recomendó no usar ropas sintéticas a la hora de realizar ejercicios.
Enfermedades en la piel
El calor es atribuido al inicio del verano en el hemisferio norte (temporada más cálida del año), comprendido desde el 21 de junio hasta el 22 de septiembre y persiste alrededor de unos 93 días.
La exposición prolongada al sol puede generar efectos graves en la piel como sarpullido, eritema solar y quemaduras de primer grado o desencadenar riesgos que pueden tornarse en enfermedades delicadas e inclusive provocar cáncer, según explicó a Clave Digital la nutricionista Rossi Barranco, del Centro de Nutrición y Estética Metabella.
También, las personas que utilizan balnearios cerrados como piscinas o jacuzzi corren el riesgo de padecer de otitis, alergias, piodernitis e incluso vaginitis.
Recomendaciones
Para mantener la salud del corazón y las arterias, es necesario ingerir alimentos ricos en potasio como el guineo maduro, zanahoria, melón, fresa, tomate y el jugo de naranja, y frutas con alto contenido de agua como sandía, uvas, manzanas, entre otras, en especial durante el verano.
Asimismo, los especialistas recomiendan ingerir suficiente agua para hidratar el cuerpo y reponer las sales y los minerales que se pierden al sudar.
Es importante evitar las comidas calientes y pesadas, pues aumentan el calor corporal. De igual forma, es necesario vestir ropa fresca y holgada y limitarse a la exposición al sol en la playa o balnearios durante horas de medio día y áreas calurosas.