
Las marchas organizadas por Gordillo son seguidas por un nutrido grupo de periodistas que luego reflejan su tarea en los medios.
El alcalde de Marinaleda es el gran personaje de la política española, y desde julio comenzó una tenaz agitación para protestar contra la desocupación, la desolación social en que están sumergidas millones de personas que ya no tienen ninguna ayuda del Estado y la perspectiva de que todo va a empeorar. “Los más inocentes son los que pagan muy cara la crisis económica, mientras los poderosos quedan impunes”, sostiene.
A la lista de ocupaciones en agosto se suman las tres de ayer que tienen un poderoso significado. El Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), controlado por Gordillo, mantiene sus marchas por toda la región. Ayer la protesta llegó a la gran ciudad de Málaga, en una marcha encabezada por Diego Dañamero, secretario General del SAT. Al llegar a la Alameda, varios trabajadores ocuparon una sucursal bancaria durante 45 minutos. La puerta principal quedó cerrada y nadie pudo entrar.
La policía detuvo a los 12 miembros de la protesta que estaban dentro de la entidad financiera. El diputado por IU Alberto Garzón fue a la comisaría para informarse. “Los verdaderos delincuentes de cuello blanco nunca pisan estos sitios”, dijo. Después de completar los trámites para la justicia, quedaron en libertad.
La novedad se produjo en Barcelona cuando miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca ocuparon un supermercado y llenaron carritos con alimentos de primera necesidad . “Los vamos a repartir entre familias que carecen de todo recurso. No tienen ningún ingreso. Están en situación extrema”, dijo un vocero.
La policía catalana identificó a una de las ocupantes que salía con un carrito, acompañada por un abogado. Se la acusa de hurto y no de robo porque la cuantía de los alimentos no era demasiado relevante. Los demás participantes se fueron sin ser identificados.
En Mérida, Extremadura, 50 personas del grupo la Trastienda y de la Plataforma por la Renta Básica han ingresado en el centro comercial Carrefour donde cargaron carritos con alimentos básicos. El coordinador regional de IU Pedro Escobar” definió la acción como “expropiación de alimentos”.
Una fuerte polémica se generó cuando en su homilía en el Hospital de San Juan de Dios (Bormujos, Sevilla), el sacerdote Esteban Velázquez leyó una serie de textos que, según algunos fieles, justifican las ocupaciones.