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domingo, 24 de junio de 2012

Buenos Aires.- Gobierno de Argentina anunció hoy el retiro de su embajador en Asunción tras la destitución de Fernando Lugo como presidente de Paraguay, un acto que el Gobierno de Cristina Fernández considera una ruptura del orden constitucional.

La Cancillería argentina informó en un comunicado que el Gobierno de Fernández "ha dispuesto el inmediato retiro de su embajador en Asunción, quedando la representación diplomática a cargo de un encargado de negocios, hasta tanto se restablezca el orden democrático" en Paraguay.

Argentina explicó que tomó esta decisión "frente a los graves acontecimientos institucionales ocurridos en la República del Paraguay que culminaron con la destitución del presidente constitucional Fernando Lugo y la ruptura del orden democrático".

La embajada argentina en Asunción era presidida por Rafael Edgardo Romá.

Tras la destitución de Lugo, la presidenta argentina dijo este viernes que su país "no va a convalidar el golpe de Estado en Paraguay".

Fernández consideró que el juicio político que llevó adelante el Senado paraguayo a Lugo fue "un ataque directo a las instituciones".

Indicó que Argentina asumirá "una postura mancomunada" con Brasil y Uruguay, socios del Mercosur junto a Paraguay, pero señaló que no va a adelantar su posición sobre la posible expulsión de Asunción del bloque comercial hasta que no haya una posición consensuada.

Por su parte, el vicepresidente argentino, Amado Boudou, consideró hoy en un comunicado que en Paraguay "hubo un golpe con nuevo formato de ataque institucional", situación ante la que manifestó tener "profunda tristeza y preocupación".

"Hay un nuevo formato para intentar vulnerar la voluntad popular y frenar los procesos de inclusión social. No tenemos que ser inocentes y ni mirar lo que ha pasado ayer en Paraguay como un hecho aislado", señaló Boudou.

Fernando Lugo perdió el viernes la Presidencia de Paraguay tras ser considerado "culpable" de mal desempeño en su funciones en un "juicio político" en el Senado.

En apenas 30 horas, Lugo fue juzgado y sentenciado y su vicepresidente, Federico Franco, asumió la Presidencia. EFE