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sábado, 2 de junio de 2012

El expresidente egipcio Hosni Mubarak ha sido condenado a cadena perpetua por el Tribunal Penal de El Cairo, que lo halló culpable de la muerte de manifestantes durante la revolución que llevó a su renuncia en febrero de 2011, unos cargos de los que Mubarak se declara inocente. Sus abogados ya han anunciado que recurrirán la sentencia.

También ha sido dictada la misma pena para el exministro del Interior Habib al Adli, mientras que seis de sus ayudantes, con igual acusación, fueron absueltos al no haber pruebas fehacientes de su implicación, según el tribunal.

Por otro lado, la corte, presidida por el juez Ahmed Refaat, absolvió a Mubarak, sus dos hijos, Alaa y Gamal, y al empresario Husein Salem, procesado en rebeldía, de los cargos de enriquecimiento ilícito y daños a los fondos públicos al considerar que esos delitos han prescrito.

La fiscalía general ha ordenado el traslado inmediato de Mubarak a la cárcel de Tora, en el sur de El Cairo, donde ya ha llegado. Hasta ahora el expresidente, de 84 años, había estado ingresado en el Centro Médico Internacional de la capital egipcia por motivos de salud.

Incidentes dentro y fuera de la sala Mubarak, con gafas oscuras y en camilla, escuchó impasible la lectura de la sentencia desde la jaula donde estaba acomodados los procesados.

Refaat destacó, durante la lectura del fallo, que "este juicio ha sido justo" porque el tribunal ha dado la oportunidad a todas las partes para mostrar sus argumentos.

Cuando los jueces se retiraron tras la emisión de la sentencia se registraron incidentes, que enseguida aplacaron agentes de seguridad, entre algunos asistentes en el interior de la sala de la Academia de Policía, que alberga el tribunal, a la que solo pudieron entrar los abogados y los periodistas acreditados.

También fuera centenares de detractores del expresidente se enfrentaron a pedradas a la policía fuera de la sede del tribunal. Según pudo constatar Efe, los choques se iniciaron tras la lectura de la sentencia. Enseguida, llegaron agentes antidisturbios para aplacar los enfrentamientos y cortaron una carretera cercana.

Diez meses de juicio

En enero, la fiscalía pidió la pena de muerte para el exmandatario por supuestamente ordenar al ministro del Interior disparar con balas reales contra los manifestantes pacíficos e incitar a matarlos con el pretexto de dispersar por la fuerza las protestas que pedían la caída de su régimen.

Durante los últimos cuatro meses, los jueces han llevado a cabo deliberaciones y revisado las 70.000 páginas del archivo del caso.

El llamado Juicio del Siglo comenzó el 3 de agosto de 2011, tras el arresto de Mubarak y de sus hijos en abril de ese año en la localidad costera de Sharm el Sheij.

En las retinas de los egipcios quedará la imagen del dictador, con pijama y en camilla, tras los barrotes donde se sientan los acusados en la sala de la Academia de Policía cada vez que se ha celebrado una vista del juicio.

Gran despliegue policial

Con motivo de la sesión de este sábado, las autoridades han lanzado un plan especial de seguridad, en colaboración con la Policía y el Ejército, para que no se repitan los incidentes con los que se inauguró el juicio en agosto, cuando hubo decenas de heridos en choques entre partidarios y opositores de Mubarak.

Mientras Hosni Mubarak es juzgado por un tribunal civil, al menos 12.000 ciudadanos egipcios han sido sometidos a la justicia militar desde febrero a agosto, según cifras del propio Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.